sábado, febrero 1, 2025
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Las caravanas de Temán

Los caminantes de Saba llegan a cierto lugar en su camino hacia Teman sin haberse hecho responsables de su ruta. Esos caminantes no saben que el sembrador salió a sembrarnos, no a puñados, sino uno a uno.

Las caravanas de Teman son mencionadas en el capitulo 6 de Job.
Job compara la decepción que tuvo con sus amigos al no recibir comprensión de ellos sino acusación.
Esa misma decepción tuvieron los caminantes de Saba. Ellos buscaban las caravanas de Temán en el desierto para conseguir ayuda y agua; pero cuando las encuentran en lugar de socorro quedan defraudados y confusos. Los sedientos caminantes de Saba pusieron su confianza en el saber y experiencia de las caravanas que conocían el desierto.
Cuando al encontrarlas quedaron confundidos, no fue porque carecían de agua, sino de la compasión y hermandad de aquellos que dominan el desierto.

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Una conversación con Job

Miraron las caravanas de Temán; los caminantes de Sabá las esperaron a ellas;
pero fueron avergonzados por su esperanza, porque llegaron hasta ellas y quedaron confundidos. Job 6:19.20

Temán se localizaba al norte de Arabia y Saba al suroeste del mismo país. Ellos debían conocer la historia de estos caminantes puesto que la historia de Job ocurre en esa zona, cerca de Edom. Job se sitúa así con esos caminantes defraudados por una amistad seca como un pozo sin agua.

Job continúa describiendo su situación como caminante sediento.

«¿Os he dicho yo: Traedme algo, o sobornad por mí de vuestra hacienda, o libradme de la mano del opresor, o redimidme de manos de los violentos?» 23

Las caravanas de TemánSus amigos estaban aterrorizados de ver su situación. Necesitaban una explicación para alejar esa desgracia de su propia vida, sentir que no les alcanzará.

«Ahora, ciertamente como ellas sois vosotros; habéis visto el terror y teméis.» (21)

Resuelven el dilema achacando a Job la culpa de su desgraciada situación.

Pugnar contra Sión

Este capítulo 6 de Job tiene mucha aplicación para nosotros. Podemos considerarnos caminantes buscando el agua deseada en los pozos del mundo. Todos nosotros compartimos una misma vida, nacemos vivimos un tiempo y morimos. Buscamos agua para vivir y nos esforzamos en extraer sabor a la vida, su sustancia.

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El alma y el dolor de sus contracturas en la restauración

Si fuésemos solo cuerpos, nuestra naturaleza estaría satisfecha con lo material, pero la denostada autocompasión es un atisbo de la inconformidad con el sufrimiento propio. A lo que se ve, hay un cansancio en la vida que no encuentra reposo en las riquezas. La tristeza y el descontento no pertenecen a clases ni fortunas, sino a la vidas erradas.
La esperanza de los caminantes de Saba al llegar a Teman se ven defraudadas al igual que aquellos que confían solo en lo material.

«Y todas las naciones que pugnen contra Sion y que la acongojen serán como sueño de visión nocturna; sí, les será como al hambriento que sueña; y he aquí, come, mas despierta y su alma está vacía; o como un sediento que sueña; y he aquí, bebe, pero cuando despierta, está desfallecido, y su alma siente hambre; sí, aun así será con la multitud de todas las naciones que pugnen contra el monte de Sion.» 2 Nefi 27:3

las caravanas de Temán
Apología de Sócrates

Pugnar contra Sión es ser hostiles a la rectitud y combatir su edificación en el alma. Por lo tanto los caminantes, reciben la misma hostilidad del mundo que Job de aquellos que decían ser sus amigos.
La misma que Sócrates, condenado a muerte por los atenienses. Acusado de corromper a los jóvenes, el declaraba ser llamado por un dios para interrogar y descubrir la sabiduría o su ausencia en los hombres. El edificaba a Sión con otro nombre en el corazón de Grecia.

Las caravanas de Temán

En mi experiencia, creo encontrar algunas de las perplejidades de muchas personas que se sienten confundidas en esta vida al no conseguir aquello que piensan les es debido. Tal como los caminantes de Saba son defraudados en sus expectativas al llegar a su meta.

Llegar a la nulidad

Nadie está sediento de la capacidad de percibir la realidad y extraer ideas. Es algo que hacemos diariamente. Pero algo tan simple como contemplar un jardín o un puente sobre un rio, constituye un milagro porque fuera de nosotros está el vacío. Nacer de nuevo es también volver a descubrir.
Bajar hasta a esos niveles de reconocimiento se hace de mano de la acción de gracias. Ésta nos descubre un mundo nuevo al ser conscientes de sus fundamentos.Las caravanas de Temán

En algunas ocasiones mi motor de interpretación de la realidad se para, me pasa desde la adolescencia. No sabía  que existía hasta que un día se detuvo menos de un minuto. No sé si es un poder o un defecto en mi constitución. No puedo provocarlo solo puedo retenerlo un poco más de tiempo que cuando era joven.

Cuando ocurre, es como si todo se parase y mi entorno no tuviese significado alguno para mí. No le encuentro sentido ni propósito a nada. Se forma un vacío en la existencia y experimento un vértigo inexplicable, pero la clave es aguantar sin desesperar.
De joven me aterraba experimentar esa nulidad, intentaba llenarlo con ideas y recuerdos. Pero fue cuando me deje llevar que lo soporté y comencé a explorar el extraño sentido del vacío y me di cuenta de lo completamente increíble que es estar vivo y consciente.

Creo que, por desgracia, uno se acostumbra a los milagros y éstos se convierten en la normalidad que todos conocemos. Pero la normalidad esta tramada de eternidad, aunque solo vemos algunos hilos que convertimos en cotidianos.

Dar gracias por la simpleza de percibir el mundo no es practica común.

¿de qué tenéis que jactaros?
Y ahora pregunto: ¿Podéis decir algo de vosotros mismos? Os respondo: No. No podéis decir que sois aun como el polvo de la tierra; Mosíah 2:25

Para tener una idea cabal de la realidad, hemos de llegar a nuestra propia nulidad, tal como enseño el rey Benjamín. ¡Oh Benjamín!

El principio de responsabilidad

Solo tenemos una vida mortal para vivir. Vivir es algo absolutamente extraño, estar vivo sobre un planeta con un horno nuclear a 8 minutos luz y en medio de una cantidad masiva de coincidencias por las que podemos respirar y ser conscientes, es el no va más de las excentricidades de la creación. Pero te acostumbras y hay días que te aburres.

«Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y divinidad, se ven claramente desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que ellos no tienen excusa.» Rom.1:20

Responsable significa en su origen latino «obligado a contestar»las caravanas de Temán

El principio de responsabilidad nace del valor, cuidado y agradecimiento que se desarrolla por estar vivos. Si no observamos nuestra vida y no respondemos por ella en primera persona la desperdiciamos, por eso…estamos obligados a contestar pero…

«…cuando intentamos encubrir nuestros pecados, o satisfacer nuestro orgullo, nuestra vana ambición, o ejercer mando, dominio o compulsión sobre las almas de los hijos de los hombres, en cualquier grado de injusticia,

Todos tenemos pecados y orgullo pero una cosa es tener pecados y otra dejarlos sin remisión. Una cosa es tener orgullo y otra satisfacerlo.

No responder eso es vivir en diferido, en segunda persona. Encubrir nuestros pecados es apartarnos de nuestra vida y cargarla a terceros. Es renunciar a nuestra piel por otra tejida de excusas, soltar nuestra cruz. Encubrir nuestros pecados es renunciar al primer y más importante conocimiento que es el de nuestra propia nulidad.

«Porque he aquí, si el conocimiento de la bondad de Dios en esta ocasión ha despertado en vosotros el sentido de vuestra nulidad y vuestro estado indigno y caído» Mosíah 4:5

El vació del hombre natural

Ese vacío, que supone para el hombre natural, su estado indigno y caído, la nulidad de sí mismo que enseña Benjamín, le es horroroso de contemplar. Es semejante a percibir el vacío sin ningún significado que lo habite. Por eso el hombre natural lo encubre y satisface su orgullo, escondiendo su nulidad. El mando, dominio, compulsión… y los empujones al prójimo vienen después.

he aquí, los cielos se retiran, el Espíritu del Señor es ofendido, y cuando se aparta, se acabó el sacerdocio o autoridad de tal hombre.» DyC 121:37

Se acabó también la esperanza y el sentido común para aquellos que no conocen el sacerdocio pero tienen mando y dominio natural sobre si mismos o su familia. Entones desfallecen abrumados por la misma sed que los caminantes de Saba.

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Los convenios eternos y el hombre natural

Los caminantes de Saba llegan a cierto lugar en su camino hacia Teman sin haberse hecho responsables de su ruta, culpan de sus sinsabores y fracasos a su prójimo, a las piedras que aplastan sus aspiraciones, a las aves del cielo que le roban su dicha o al Sol que abrasa sus fuerzas. Esos caminantes no saben que el sembrador salió a sembrarnos, no a puñados, sino uno a uno.

En cambio, los caminantes del sendero estrecho, denostados por todos, deciden cada paso y se arrepienten de sus tropiezos porque entienden que su vida es suya, entregada uno a uno, como un don único y no como un suceso azaroso del destino.
Nadie vive con más intensidad que el que yerra, se arrepiente en el nombre de Cristo, pide perdón y perdona. Es el ciclo de conocimiento más profundo del Universo. Pero los que esperan encontrar el agua de Teman, desdeñan estos pozos de agua fresca que están bajo las piedras del camino.

La acción de gracias

Cuando damos gracias en la oración por los alimentos, no es momento para hacer esperar a todos con estas meditaciones. Pero ese plato en la mesa es la presencia de su tierna providencia, pues es «el pan nuestro de cada día» que se nos da hoy también. Sin embargo los caminantes de Saba piensan que ese pan se les «debe» cada día. Pasan así de largo por su providencia buscando la entelequia de Teman, un anhelo. Meditar y detenerse en lo cotidiano, disciplina al alma en la contemplación de sus tiernas misericordias.

las caravanas de Temán

Anhelo viene del latín anhelare que significa respirar con dificultad, respiración fatigosa. Algunas patologías del comportamiento, obedecen a anhelos. Deseos que corren jadeantes detrás de algo que queremos de forma perturbada.
En cambio el agradecimiento, es una variante en el conocimiento de las cosas y una educación de los deseos que impide que se transformen en anhelos desesperados.

«Darás las gracias al Señor tu Dios en todas las cosas.» DyC 59:7

Por lo tanto, educar el alma en el agradecimiento «en todas» las cosas sencillas de cada día, consigue que viva sin jadear. En esos deseos justos, germina la esperanza que es un anhelo adiestrado y no asilvestrado.
El Señor nos muestra el resultado de hacerlo todo con acción de gracias, es decir conscientes de la realidad.

«Y si hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres…
la abundancia de la tierra será vuestra, las bestias del campo y las aves del cielo, y lo que trepa a los árboles y anda sobre la tierra;
sí, y la hierba y las cosas buenas que produce la tierra, ya sea para alimento, o vestidura, o casas, alfolíes, huertos, jardines o viñas…»

El anhelo fatigado

Pero el anhelo de los caminantes de Saba ya no es por las cosas vivas sino por las inertes. Es la tremenda soledad del hombre moderno rodeado de ídolos que

son [de] plata y oro, obra de manos de hombre
Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven;
oídos tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen…
Los que los hacen llegan a ser como ellos, y cualquiera que en ellos confía.
Salmos. 115

Es la paradoja de la sociedad de la información que aísla a sus miembros mientras se jacta de comunicarlos. Para no llegar a ser como ellos, profundizar en la doctrina de la gratitud, vivifica una realidad inerte para muchos. Entonces, descubrimos aquello nos da gozo en esta vida.

«sí, todas las cosas que de la tierra salen, en su sazón, son hechas para el beneficio y el uso del hombre, tanto para agradar la vista como para alegrar el corazón;
sí, para ser alimento y vestidura, para gustar y oler, para vigorizar el cuerpo y animar el alma.» DyC 59:18

Vemos lo contrario, con aquellos ídolos de madera y piedra y los actuales ídolos virtuales, todos nacidos de dedos humanos.Las caravanas de teman
Con la acción de gracias descubrimos también el ver, gustar y oler del alma. Sí todas las cosas que de la tierra salen, trayendo vigor al cuerpo y ánimo al alma.
En nuestro tiempo, la profusión de derechos exóticos, deslumbra nuestro discernimiento impidiendo que veamos la realidad. Y sencillamente es esta: que por naturaleza no tenemos derecho a nada. Por eso es muy difícil ser agradecidos cuando creemos que todo se nos debe solo por estar aquí.

Si damos gracias a Dios, a quien no vemos,  porque

[…nos está preservando día tras día, dándonos aliento para que podamos vivir, movernos y obrar según nuestra propia voluntad, y aun sustentándonos momento tras momento…] Mosíah 2:21

Cuánto más fácil será estar agradecidos a nuestros prójimos pasados y presentes por tener una sociedad que organiza una vida solitaria con el beneficio del trabajo y las leyes comunes. De tal forma que, no teniendo derecho a nada, nos encontramos con el milagro de los logros sociales que disfrutamos. Así se atempera la aridez de un mundo caído con la voluntad de ayudarnos unos a otros.
Pero para el que no conoce la acción de gracias, que no consiste solo en dar las gracias, nada de esto es visible y anda junto a los caminantes de Saba en el anhelo de algo que no sabe qué es, cuando tiene tanto por agradecer.

La incertidumbre esperanzada

El crecimiento del alma se produce ante una incertidumbre esperanzada. Esto no es una contradicción sino un oxímoron. Un oxímoron es la combinación de dos palabras contrapuestas que producen un nuevo significado.

Cuando sabemos algo con certeza no crecemos sino que nos detenemos en un paraje estable y conocido. El estado de reposo que viene con la certeza, trae aparejado la inmovilidad que es incompatible con el progreso. Por eso el Padre Celestial puso un velo en nuestra mente; esa inseguridad interior por no ver con certidumbre, hace que acudamos a los sentidos del alma en la oración, ambos se mueve bien en estos parajes.

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La incertidumbre junto al velo

La incertidumbre ante el velo o ante la segunda venida crea en el alma el surco vacío necesario para plantar la semilla de la fe. La esperanza nace de esa convicción en lo que no se ve. Si no hubiese velo en nuestra mente, esta labranza del alma sería imposible. Esa agricultura del alma, que leemos en Jacob 5, sería innecesaria en un mundo asilvestrado que recoge fruto solo de las certezas.

Por eso nuestra creencia en el progreso eterno lleva implícito un no saber continuo para poder aumentar y de desafíos constantes para crecer allá en los cielos. Por eso en la paz eterna hay movimiento permanente.

«Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.»
Juan 5:17

Los caminantes de Saba no conocen la esperanza sino las certezas. Acuciadas por éstas fueron avergonzados por su esperanza, porque llegaron hasta ellas y quedaron confundidos.

El evangelio aumentado

La fe y la esperanza en Cristo sustituyeron a la certeza de las ordenanzas de Moisés ese ayo orientado a una visión superior. La ley de Moisés y sus prácticas exteriores, calmaban la incertidumbre del alma al centrarse en rituales y objetos concretos. El evangelio de Cristo, vino a desvelar la naturaleza oculta de la creación y a enfrentarnos a la eternidad en primera persona. Esa iniciativa fue de arriba abajo, desde los cielos hacia la tierra.

«Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló y las rocas se partieron» Marc. 15:38

Sin embargo los primeros cristianos sufrían por no ser vistos como judíos, hasta que comprendieron.Las caravanas de Temán
La restauración del evangelio no es simplemente la vuelta al cristianismo de los apóstoles del tiempo de Cristo. Muchos santos, hemos buscado el reconocimiento de las iglesias para ser aceptados como cristianos. Colaboramos, donamos, nos reunimos, apoyamos, participamos… pero no pertenecemos.
La restauración del evangelio contiene tal estallido de revelación y conocimiento que ha iniciado una nueva etapa. Aun siguiendo la trayectoria planeada, contiene en sí misma la energía suficiente para ascender.

a fin de que mediante mi providencia, no obstante las tribulaciones que os sobrevengan, la iglesia se sostenga independiente de todas las otras criaturas bajo el mundo celestial;
 para que ascendáis hasta alcanzar la corona preparada para vosotros, DyC 78:14

Yo he buscado tan sediento como los caminantes de Saba el reconocimiento de las demás creencias o filosofías hacia nosotros.
Sí mire usted, somos cristianos, como usted. Somos gente seria, amable y ciudadanos responsables
…y ciertamente es así. No nos equivocamos al decir esto.
Pero si buscamos la aprobación del mundo perderemos nuestra ruta, nos pasará como a los caminantes de Saba, al llegar a las caravanas de Temán quedaremos confundidos.

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