La palabra urdimbre tiene importancia si la usamos en la comprensión de su segunda venida. Esta palabra aporta una perspectiva diferente a nuestra constante pregunta horizontal ¿Cuándo será? y propone otra vertical ¿Qué es? Ambas respuestas son perpendiculares.
Aunque todos sabemos qué es la segunda venida, este conocimiento está dominado por su componente temporal y es difícil salir del cuándo, porque está en nuestra naturaleza.
Pero antes de continuar, es necesario analizar que es la urdimbre.
Urdimbre viene del verbo latino ordiri (entablar, tramar, urdir) Los hilos horizontales que se colocan en un telar se llaman hilos de trama y los verticales son los hilos de urdimbre. El conjunto de ambos es la urdimbre o diseño del tejido que se usará para vestir o engalanar.
Al meditar en esta palabra, nos damos cuenta de cómo hilos que vienen de direcciones y sentidos distintos, marcan propuestas casi opuestas en la elaboración del tejido. Sin embargo, al confluir en el tiempo y el espacio, forman una realidad nueva que es la confección del lienzo, algo diferente a lo que son aisladamente.
En nuestro caso estamos en la trama del mundo, pero la urdimbre del Salvador nos atraviesa dándonos una textura que no corresponde con el mundo.
La naturaleza de la restauración permite que pensemos en más dimensiones de las habituales. Requiere de meditación y el esfuerzo de encontrar la perla de gran precio. Esta perla no está en la trama superficial de la vida, sino en su confluencia con la urdimbre que el Salvador nos trae. En este planteamiento me propongo acercarme a su segunda venida.
La enseñanza de la tierra
El desarrollo de la restauración no es metafísico, el Señor habla de terrenos, compras, almacenes, tiendas, escrituras de propiedad, agentes, labores, cosechas, escuelas, templos, gobiernos, leyes etc. La restauración discurre por esa orografía buscando las aguas abiertas de su segunda venida.
Cuando practicaba yoga, toda mi actividad se desarrollaba en el metro cuadrado que ocupaba mi cuerpo, lo demás era mental. No desvaloro esta disciplina, al contrario me procuró mucho bien.
Pero el evangelio no es solo una disciplina mental ni un conocimiento. Nos reta a aceptar la existencia en todos sus aspectos y descubrir en ellos la trama de la creación. De su mano, aprendemos a vivir en este mundo y prepararnos para otro del que conocemos muy poco. Nos propone asumir una identidad que no se adapta a lo común, por eso somos extranjeros y peregrinos.
La forma de este mundo, su devenir, su geografía, la variedad de razas y culturas componen el ambiente exacto que necesitamos, no para acampar en sus términos sino para edificar un reino nunca visto que trae su propio clima.
Cuando los santos abandonaron sus hogares en el Este en busca de Sión, lo hicieron con la totalidad de ellos mismos, no fue un cambio de opinión o creencia sino de estado. Aquel sacrificio puso un fundamento firme para la iglesia y no es necesario repetirlo porque perdura.
Aquello compró nuestra parcela espiritual en la historia. Esta propiedad pertenece a todos los santos y es respetada por poderes y agentes más allá de esta tierra.
Por lo tanto cualquier doctrina ha de ser entendida en la totalidad y no en su cuándo. A partir de aquí las palabras son muletas, por eso pondré un ejemplo.
Thomson, Ohio mayo de 1831
En la primavera de 1831 Edward Partridge tenia que instalar en Ohio a los santos que emigraban desde New York. En Ohio había dos lugares, Kirtland una ciudad en el condado de Lake y Thomson municipio en el condado de Geauga. Ambos distaban pocos kilometros. Ohio no era la tierra de Sión, sino Missouri; por lo tanto era una parada hacia el recogimiento en el oeste, en la frontera con territorio indio.
El Señor dio un plazo de cinco años a los santos en Kirtland.
Recuerden este detalle, porque es vital para entender la urdimbre de su segunda venida.
A los cinco años exactos, comenzó el declive de los santos con la fundación del banco de Kirtland. José Smith tuvo que abandonar Kirtland en marzo de 1838, porque una facción de miembros de la iglesia amenazaba con matarlo.
Leman Copley
Leman Copley, un reciente converso a la iglesia, tenía en Thomson 759 acres de terreno (307 Ha). Eso es equivalente a un área de 1,75 km de ancho por 1,75 km de largo. Cuando se bautizó ofreció parte de sus terrenos para que los santos los usaran como residencia.
El Obispo Partridge pidió instrucciones al profeta y se recibe la sección 51. El Señor da una instrucción especial respecto a las tierras de Leman Copley al decir
¿Por qué les pide el Señor establecerse como si fueran a vivir muchos años si solo iban a hacerlo por una corta temporada?
¿No sería eso derrochar recursos y esfuerzos que podrían usarse en Missouri, su destino final?
¿Cómo puede redundar en provecho mío un gasto de dinero y medios cuando lo abandonaré en poco tiempo?
Ahora recuerden. Cuando el Señor le pide a «Frederick G. Williams and Co» que retenga su propiedad en Kirtland por cinco años, está siendo muy preciso en las fechas. Esa tienda, simbolizaba junto con la «Newel K. Whitney and Co» la permanencia temporal y espiritual en Kirtland. Aquí el Señor fue muy concreto en el cuándo, cinco años. Pero con los santos en Thomson no, ni la hora ni el día.
Por tanto, el versículo 16 y 17 parecen un nudo en nuestro telar. El 16 muestra el sentido horizontal de la trama de la vida y en el 17 una instrucción perpendicular con el versículo anterior. Ambos forman la urdimbre en el alma de los santos, a semejanza de la cruxifición de nuestra trama natural con la urdimbre celestial, que es lo que hace cada hilo con su correspondiente.
La prueba
El Señor nos dice en Marcos
Algunos santos no abandonaron sus viejos vestidos ante la ley de consagración. Uno de ellos Ezra Booth, que se convirtió al evangelio después de presenciar un milagro, apostató. Entre otras cosas se quejaba, junto con Simonds Ryder, de regresar a Missouri andando cuando José y otros lo hicieron en diligencia. No obstante el Señor le mandó «Y además, salgan mis siervos Isaac Morley y Ezra Booth para la misma tierra, predicando también la palabra por el camino.» DyC 52:23
En el caso de Leman Copley, éste se retractó en su acuerdo de proporcionar parte de sus tierras a los santos que venían de Colesville, New York. No solo eso sino que tuvieron que pagar 64$ por el uso de sus tierras.
La restauración era para algunos un remiendo que tiraba demasiado fuerte en la trama de su vida.
En realidad, en la historia de la Iglesia, hay una clara intención con Sión, que sería construida en Independence. Y luego está su edificación en el corazón de los santos. Muchos se decepcionaron de las dificultades de su construcción mientras abandonaban su edificación interior. Sión no ha dejado de edificarse y extender sus cortinas desde entonces, desde el interior del vaso.
La pregunta de cuándo se construirá el templo de independence y la ciudad de Sión, es semejante a la de cuándo será la segunda venida de Cristo. En ambas observamos las mismas dificultades de manejo. El error principal es que se enfocan en Cuándo en lugar de Qué.
Qué es lo importante
La intención del Señor es realmente llevar a cabo su voluntad, construir un templo y una ciudad santa, pero lo importante no es cuándo sino qué ocurre durante. El mismo lo expresa con claridad.
El objetivo principal del Señor no era tanto llegar a Missouri como lo que aprendieron en el viaje.
Isaac Morley fue uno de los que se quejaron de la ley de consagración y se negó a vender su granja. Era un granjero próspero y el sacrificio que se le pedía parecía ser abrumador. Sin embargo se arrepintió y consagró su propiedad. Su vida fue una continua muestra de obediencia al Señor y sus leyes.
Brigham Young pensó al final «que era demasiado para un hombre tan mayor como el padre Morley (luchar por más tiempo en esta situación), así que lo llamó para que regresara a Salt Lake City” Moffitt, “Isaac Morley on the American Frontier”
Pero el indomable Isaac, volvió a marchar a la vida de colono, falleciendo en junio de 1865, en Fairview, Utah, a los 77 años de edad.
Como Luna creciente
El lector pensará qué tiene que ver esto con la segunda venida del Salvador. Y yo pregunto a su vez, ¿que tiene que ver esto con la construcción de Sión y su templo en Independence, Missouri?
Isaac nunca lo vio y murió a 1466 Km de la tierra consagrada por el Señor. Vendió todo lo que tenía para congregarse en Independence pero nunca recibió su herencia en Sión.
Sin embargo, Isaac Morley y otros muchos, ya eran ciudadanos de Sión. Fueron «hallados mayordomos fieles, justos y sabios entraron en el gozo de su Señor»
Así que, en una visión amplia del asunto, la causa de Sión continúa viva y como luna creciente. Sus ciudadanos se ejercitan en su urbanismo y practican sus normas de vecindad y convivencia. Antes que sus calzadas, calles y templos el Señor procura aquellos que puedan vivir y transitar por ellas.
Esto que digo no es una declaración construida para que coincida con la realidad. Las escrituras son claras, pero nuestra impaciencia nos ciega a veces.
Una pequeña variación.
Volvamos de nuevo a la escritura del principio
Ahora sustituyamos la palabra tierra por vida en ambos versículos. Como vimos, el 16 y 17 son dos versículos perpendiculares, si el 16 es una familiar línea horizontal, el 14 es una extraña línea perpendicular. Al hacer el mismo cambio en ambos, se conserva la proporción que el Señor transmite.
Ahora la urdimbre se extiende más lejos. Deja de ser un remiendo para una situación puntual en Thomson, Ohio y se convierte en un manto para la vida de los santos.
Esta vida es una corta temporada hasta que se nos mande salir de aquí. No sabemos cuándo nos iremos, pero el Señor nos manda obrar como si fuésemos a vivir muchos años en ella. El provecho que tendremos será, mayormente, después.
La palabra «redundará» es clave porque es un futuro simple, indica beneficios futuros y duraderos.
Así que, cuándo recibirá Isaac Morley o usted estimado lector su herencia en Sión. No sabemos ni importa, lo que sí es vital es conocer Qué es nuestra herencia ahora y si somos candidatos a obtenerla.
La urdimbre de su segunda venida
El Señor termina esta revelación con estas palabras.
Usa la misma trama en su lenguaje que los versículos para los santos en Thomson. Qué nos quiere decir. Espero que el lector a estas alturas pueda ver el hermoso bordado en el lienzo.
La causa de Sion esta hecha para el hombre, no el hombre para la causa de Sión. La segunda venida del Salvador, no es el acto central sino que haya fe en el mundo mientras y cuando venga.
Una vez se abra el velo del cielo ya no habrá fe en Cristo. Es el día de la siega. ¿Qué diferencia habrá entonces, entre ver confirmada nuestra fe a constatar el conocimiento de lo que no creímos?
Mi percepción de este tema fundamental, ha ido variando a través de estos años. Sí, yo estaba en el cuándo, sin embargo poco a poco he ido dándome cuenta que la espera es la enseñanza.
El Señor nos mantiene en el punto exacto de equilibrio que quiere al decirnos «vengo pronto» Cuándo va a ser pronto, no importa, qué más da. La cuestión es ¿Qué es esta situación ante el velo? ¿Qué me enseña la espera? ¿Por qué?
Un principio de inteligencia
Este principio de inteligencia que obtenemos en la espera de su venida, ¿para qué lo queremos en la resurrección? ¿Por qué el Señor lo enseña constantemente? ¿Acaso Él da puntada sin hilo?
Nosotros, sus hijos esperamos su venida como el padre en la colina espera la de su hijo pródigo. En ambos casos la espera paciente es una parte, tanto de la humanidad como de la divinidad.
Por lo tanto la urdimbre de su segunda venida en nuestra vida, no es solo para ahora sino que la necesitaremos más allá. La paciencia y la espera son principios sagrados que sobreviven a nuestra humanidad. Es una vestimenta que usan los dioses.
Incluso el Padre espera por nosotros
El verlo de lejos sugiere una espera prolongada, el Padre mira de lejos y adivina el regreso. También El regresó un día cuando era hijo.
La urdimbre de su salvación
Nuestro cuerpo se eleva al cielo pero nuestros brazos, que son nuestras obras, se extienden en la tierra. El hecho de ser creados a su semejanza nos habla de la trama de su creación.
El Salvador en la cruz es la urdimbre de nuestra salvación. La justicia horizontal del mundo clava sus manos al madero. Pero por sus labios solo expresan misericordia hacia los que lo atormentan. En Jesucristo se cruzan los maderos del holocausto y la trama y urdimbre de la redención.
Su redención es sin costuras, es el alfa y la omega, sin principio ni fin, tejida de arriba abajo. Para esa prenda echaron suertes porque era una rareza. Su confección era muy elaborada y necesitaba un telar especial.
La urdimbre de su segunda venida, en nuestra vida, requiere, tal como le fue necesario a Isaac Morley, ser mayordomos fieles con lo que tenemos y somos ahora.
En el telar especial de la consagración es donde se teje el manto para ser recibidos en las bodas del cordero. Estar vestidos es lo importante y no tanto saber cuándo viene el Hijo.
Gracias a ti Miguel. Espero vernos algún día antes de cruzar el negro rio
Buen articulo hermano David, muy instructivo, muchísimas gracias.