El logro conseguido por Mosíah I, Benjamín y Mosíah II representa un hito en la historia. Terminamos esta serie de artículos, analizando los problemas que impidieron el estado nefita y las causas de su inestabilidad y que contribuyó a la pérdida de las bendiciones prometidas.
Es conveniente leer las dos anteriores publicaciones para comprender el hilo de los argumentos
Mosíah I y Benjamín origen de una nación | |
Mosíah II una nación de ciudadanos libres e iguales |
Sometidos a las leyes
No hay mejor descripción de un estado democrático que la que abre el libro de Alma. «…había establecido leyes que el pueblo reconocía; por tanto, tenían la obligación de someterse a las leyes que él había formulado.» (Alma 1:1)
Ya no hay reyes en la tierra, hay jueces, gobernadores, Sumos sacerdotes, asambleas del pueblo y leyes. Como veremos, la iglesia bascula un tiempo entre estos órganos del estado sin un lugar definido.
A través del impacto que algunos personajes produjeron en el sistema nefita de gobierno veremos sus virtudes y carencias. Todo ello de mucha utilidad para entender los problemas y peligros de nuestro tiempo, hay una causa común entre los de ellos y los nuestros.
Nehor
Año 1 del gobierno de los jueces
La predicación de Nehor era de tinte populista venía a decir que «no tenían por qué temer ni temblar, sino que podían levantar la cabeza y regocijarse» (4) estábamos creados y redimidos…piénselo estimado lector, no suena mal.
Empezó a establecer una iglesia y las cosas le iban bien. Al tener una discusión con un maestro de la iglesia llamado Gedeón, Nehor encolerizado tomó su espada y lo mató.
Fue llevado ante Alma quien era Juez superior y sumo sacerdote que presidia la iglesia. Este doble cargo terminaría en el año octavo.
Nehor fue acusado de asesinato y detenido por «el pueblo de la iglesia» es decir ciudadanos comunes, actuaron de testigos, acusación e instructores. En comparación hoy, un ciudadano común puede detener a un delincuente «in fraganti» y formar parte de la acusación pero la instrucción la ejerce el juez instructor a fin de documentar los hechos.
El proceso con Nehor es rápido, no hay un procedimiento claro, ni defensa ni una descripción del juicio. Podemos inferir que Alma no estaba solo en el veredicto ya que menciona «si te perdonásemos» o «se te condena» lo que sugiere una decisión colegiada.
Esta delgadez del sistema judicial, es una característica de todo el estado nefita.
No obstante es comprensible al situarnos en el año 1 del gobierno de los jueces.
Amlici
Año 5 del gobierno de los jueces
Amlicí era más astuto que Nehor. No pudo ser detenido por delito alguno ya que aprovechó sus derechos como ciudadano para derrocar el gobierno que los garantizaba. El quería ser rey y para eso necesitaba revertir la opinión del pueblo. Lo hizo tan bien, que provocó una consulta sobre este asunto. Algo realmente peligroso.
«Y sucedió que se reunió el pueblo por toda la tierra, todo hombre según su opinión, ya fuera a favor o en contra de Amlici…» (Alma 2:5)
Hay que reconocerle a Amlici, que lo intentó por lo legal antes de provocar un golpe de estado. Ese movimiento legal de un principio no tuvo la resistencia de un sistema de leyes de protección. La estructura de un estado no puede ser objeto de zarandeos tan fáciles.
«Y así se reunieron para expresar sus opiniones concernientes al asunto; y las presentaron ante los jueces.» (Alma 2:6)
Todo de una vez. Esa delgadez y ligereza en los procedimientos que vemos en el juicio de Nehor se agrava en el caso de Amlici, todo lo que ocurre en este asunto es explosivo e inmediato.
La lentitud en la justicia atempera las emociones fogosas, mediante un tiempo de reflexión mientras se mueven sus engranajes. Para que esto ocurra se necesita una mayor extensión de su ciencia y sus procedimientos. Esto nos muestra que esa joven democracia estaba naciendo sin instrucción ni experiencia.
Realmente la estabilidad del estado dependía en gran manera del comportamiento personal que garantizaba el evangelio. Eso es peligroso, no es la función del evangelio garantizar el funcionamiento de las instituciones sino el orden en la vida privada de sus fieles.
El golpe de Amlici
Cuando el resultado de la consulta le fue adverso nos encontramos a un Amlicí con una red de seguidores organizada y capaz de hacer frente a la nación.
Si la estructura del estado nefita, dependiendo eso sí, de la voz del pueblo, pero si la forma de ese estado hubiese estado protegida por mecanismos de seguridad y no solo dependiendo de una sola consulta, Amlicí no hubiese tenido la fuerza que tuvo. Los nefitas habrían tenido tiempo de contrarrestar su discurso y debilitarlo ante el pueblo.
Esa consulta para decidir de nuevo la forma del estado, cuando ya se aprobó con Mosíah II, fue un hecho redundante. Fue peligroso y debería de haber producido una reforma en la manera de tramitar esos asuntos en el pueblo de Nefi. Pero no se hizo, continuaron igual. Por eso veremos los mismos problemas repetirse.
Separación de estado e iglesia
Año 8 del gobierno de los jueces
En el año octavo del gobierno de los jueces, después de grandes padecimientos a causa de la guerra, el pueblo de Nefi se recuperaba de sus pérdidas. Pero Alma observa con dolor y preocupación que los miembros de la iglesia se ensalzan de orgullo y rompen su acuerdo de sostener a los afligidos. El resultado de esto es el siguiente
«…el ejemplo de la iglesia empezaba a conducir a los que eran incrédulos de una iniquidad a otra, causando con ello la destrucción del pueblo.» (Alma 4:11)
Es aquí donde vemos el desequilibrio entre la estabilidad del estado y de la iglesia. Alma se da cuenta que el mal de la Iglesia provoca la destrucción de la nación. Alma abandona el poder legislativo y la voz del pueblo refrenda su propuesta como juez superior en la persona de Nefiah.
«Y este hombre se llamaba Nefíah, y fue nombrado juez superior; y ocupó el asiento judicial para juzgar y gobernar al pueblo.» (Alma 4:17)
Esta separación de poderes da mucha más agilidad al gobierno nefita. Nefiah se centra en el gobierno y sus leyes mientras Alma fortalece a la Iglesia.
No obstante en el estado nefita con frecuencia no hay diferencia entre juez superior y gobernador. Ambas funciones suelen estar en la misma persona. En instancias inferiores hay jueces locales que tienen también funciones ejecutivas, como veremos en el propio Alma y Amulek.
El caso de Alma y Amulek
Algunas consideraciones para analizar este caso
En Alma 11 encontramos una valiosa descripción del proceso de detención de un ciudadano.
«…si un hombre era deudor de otro, y no le pagaba la deuda, se daba la queja al juez; y este ejercía su autoridad y despachaba oficiales para que llevaran al deudor ante él; y él juzgaba al hombre de acuerdo con la ley y la evidencia presentada en contra de él…» (Alma 11:4)
Los únicos funcionarios mencionados son los oficiales para la detención y el juez. No figuran abogados, aunque existían, pero cobraban por su tiempo. Es casi seguro que no todos podían permitirse la asistencia de uno de ellos.
Amulek encuentra a Alma por indicaciones de un ángel del Señor. Ambos comienzan a predicar al pueblo en Ammoníah. Entonces ocurre lo siguiente.
«…los tomaron y los ataron con fuertes cuerdas, y los llevaron ante el juez superior de la tierra…» (Alma 14:4)
¿Quién los ató con cuerdas?
No fueron los oficiales a petición del juez. Fueron los que escuchaban a Alma y Amulek. Ellos los acusaban de menospreciar leyes, a jueces y abogados además de otras faltas de carácter religioso.
Esta facilidad de cualquiera en detener y llevar a juicio a alguien sin atenerse a procedimiento alguno, es un grave defecto de las leyes que demuestra la inmadurez del estado. Demuestra también la falta de un cuerpo legal que desarrolle el derecho, extendiendo su cobertura en cada acción. Nos encontramos procedimientos heredados de una monarquía pero aplicados en un estado de derecho. El resultado es un déficit de garantías.
«Y juntaron a sus esposas e hijos, y mandaron echar al fuego a todo aquel que creía, o al que se le había enseñado a creer en la palabra de Dios;» (Alma 14:8)
Aquí está el juez superior de la tierra, dictando sentencia y realizando su ejecución en contra de su reciente superior en rango y en contra de la ley ya que
«…era contrario a las leyes de la tierra, que se le quitara la vida a un hombre a menos que se tuviera autorización del gobernador de la tierra…» (3 Nefi 6:24)
No existe en la tierra de Ammoniah ni un solo contrapeso para esa sentencia brutal. Tengamos en cuenta que estas deficiencias se amplifican en los órdagos al estado que veremos a continuación.
Proceso a Korihor el anticristo
Año 17 del gobierno de los jueces
Koriorh no es una amenaza directa contra el estado como fue Amlici, sino contra la iglesia. Sin embargo en su caso notamos la confusión entre las instancias del gobierno.
Mormón se toma el tiempo al describir los argumentos de Korihor contra la iglesia en Alma 30:13-17. Realmente son tan elaborados y bien construidos, que podrían usarlos hoy día nuestros adversarios.
- Pero Korihor fue a la tierra de Jerson con su afilado discurso y allí «…estos fueron más prudentes que muchos de los nefitas,…lo tomaron y lo ataron y lo llevaron ante Ammón, que era un sumo sacerdote de ese pueblo…» (Alma 30:20)
Esta detención fue ilegal, pues Korihor ejercía su derecho de libre creencia. - Fue llevado sin orden del juez ante el sumo sacerdote Giddona, que también era juez superior. Este asunto estaba claramente en conflicto pues Giddona detenta las dos condiciones, y por tanto es parte, debería haberse inhibido.
Giddona lo envía atado a Zarahemla para que compareciera ante Alma y ante el juez superior. Aún separados esos dos poderes, los jueces no consiguen verlos de forma distinta. Es la herencia de la monarquía que todavía persiste en la mente de la nación. - Ante Alma y el juez superior Nefíah, Korihor plantea su mismo discurso, ofensivo e hiriente, pero bajo la ley de libertad de creencia. Sin embargo, el juez superior no interviene, sino que Alma y Korihor entablan un debate. La detención se sirve de un procedimiento civil para plantear un debate religioso. La confusión de estamentos es clara y el procedimiento, en mi opinión, equivocado. Pero no hay abogado presente, porque no es parte de un proceso sino un añadido de aquellos que puedan costearlo.
«Esto te daré por señal: Quedarás mudo según mis palabras;» (49)
El resultado es que Korihor queda mudo y confiesa sus pecados. ¿Por qué la aplicación de una disciplina religiosa usa los medios de leyes civiles?
Porque Alma temía el mal futuro que la doctrina de Korihor provocaría en la sociedad nefita. Acudió a medios que no estaban ajustados a derecho, como sí lo hizo Gedeón entablando un debate abierto y pereciendo bajo la espada de Nehor.
Y es que el campo de batalla no estaba en la justicia ni en la iglesia sino en las conciencias del pueblo.
Estos valientes nefitas se aventuraron en el terreno inexplorado de la libertad y ahí la única guía de las naciones es la ley. Las leyes nefitas, aunque bien encaminadas no estaban desarrolladas a la altura de sus aspiraciones. Necesitaban tiempo para madurar, desarrollar la ciencia jurídica necesaria para los altos ideales que el evangelio les inspiraba.
Amalickíah
Año 19 del gobierno de los jueces
Al igual que Amlici, Amalickíah quiere ser rey. El único obstáculo para eso es la iglesia que era el soporte moral del sistema de gobierno.
«Amalickíah incitó el corazón de mucha gente a obrar inicuamente; sí, y a tratar de destruir la iglesia de Dios, y destruir el fundamento de libertad que Dios les había concedido…» (Alma 46:10)
Así que todo el que se oponía a la iglesia se situaba de forma natural, en contra del gobierno de los jueces y a favor de un rey. En esto vemos que no hay un tejido político con un pensamiento independiente en el pueblo de Nefi. No había una posición política que no estuviera fundida con la religión, por lo tanto la carga que soportaba la iglesia era, además de la propia, la de dar estabilidad al estado.
Amalickíah no intenta siquiera subvertir el orden del estado a través de una consulta, como hizo Amlici. Él sabía cuál era en realidad el sostén del estado nefita, por eso atacó a la iglesia directamente y no al estado a través de unas votaciones manipuladas.
Amalickíah aprendió de la experiencia de Amlici sin embargo el estado nefita no lo hizo, seguía sin actuar ni legislar frente a estos peligros. Sus leyes operaban a un nivel de delitos comunes, un sistema penal de causas menores de acuerdo a la visión religiosa de la vida. Les falto una visión de conjunto y de la amenaza que representaba esas crisis periódicas cuando tenían a las puertas un enemigo formidable en los lamanitas.
Amalickíah empezó a convertir a los jueces menores en futuros príncipes de su reino. La monarquía aun seguía latente bajo la corteza nefita, no se cambia el esqueleto en 20 años, una nación necesita metabolizar las ideas en un lento proceso de asimilación.
Moroni y su estandarte
En medio de la crisis provocada por Amalickíah, surge Moroni como revulsivo a la inacción del estado. Hubiera sido más fácil identificar los movimientos de Amalickíah como sedición, pero hacía falta una ley para ello y no existía. Por eso el estado veía paralizado, como a causa de las disensiones
«…los asuntos del pueblo de Nefi se hallaban sumamente inestables y peligrosos» (Alma 46:7)
Moroni en su capa rasgada escribió lo siguiente «En memoria de nuestro Dios, nuestra religión, y libertad, y nuestra paz, nuestras esposas y nuestros hijos» y la ondeo como un estandarte y aglutinó alrededor a un ejército en defensa de sus libertades y sus familias. No escribió Zarahemla en el estandarte, no había una palabra que representara al conjunto, todavía no había un patriotismo como tal, vemos a la nación en gestación.
Moroni fue autorizado por los jueces superiores a liderar las fuerzas contra Amalickíah…pero eso fue después de su iniciativa.
Es significativo que la salida a esa crisis no tuviese a la ley por protagonista y tuviese que ser la iniciativa acertada de alguien como Moroni, quien sacara del apuro a la nación nefita. Pero al menos sino fue con Amlici, esta vez con Amalickíah ¿aprenderían a proteger su estado?
El estado nefita y las causas de su inestabilidad
No, no aprendieron del pasado y sus enemigos.
Año 25 del gobierno de los jueces
Derrotado Amalickíah, huyo a la tierra de los lamanitas, pero su facción, los realistas, siguió viva y activa entre los nefitas, cuando debería haberse ilegalizado, sin darles posibilidad de proponer consultas sobre su causa.
Casi a punto de desaparecer, con disidentes acumulando poder en los ejércitos enemigos, el estado nefita sigue con las mismas armas legales que en el año 1 del gobierno de los jueces. No hay una reflexión política ni foros que fomenten el debate de la supervivencia. Los realistas presionaron hasta conseguir una nueva consulta. Esta vez sobre si Pahoran debería seguir como Juez superior o no. Lo que es lo mismo entre un gobierno de jueces en libertad o monarquía.
Pero tuvieron suerte de nuevo, ganaron la consulta. Si los realistas hubiesen lanzado su campaña incluyendo también a las clases modestas y no solo a las clases altas y los jueces menores, quizás hubiera tenido más éxito y la voluntad popular hubiera sido otra. Pero su acción fué elitista, por lo tanto perdieron la consulta.
Volver a una segunda consulta, de lo que ya se aprobó 25 años antes y se volvió a confirmar en el año 5 del gobierno de los jueces fue temerario. Se jugaron su futuro a una sola mano. Aquí vemos hasta qué punto los gobernantes no eran conscientes de la importancia de proteger las paredes maestras y cimientos de un estado. De evitar que el oleaje impredecible de los tiempos golpease sin sentido la arquitectura que despuntaba en el año 1 del gobierno de los jueces.
Muestra también que el progreso de ese proyecto que iniciaron Mosíah I, Benjamín y Mosíah II, el aumento de su teoría política, el desarrollo de sus leyes se había detenido e iba a remolque de los acontecimientos. Afortunadamente gracias a personas como Moroni y otros se extendió en el tiempo.
El fuego de la verdad
Quizás estimado lector, parezca crudo e insensible mi análisis de estas personas y sus esfuerzos en construir una sociedad justa. Nada más lejos de mi intención.
Ellos fueron los primeros cristianos, ellos sintieron el fuego del Espíritu Santo, la llama de la verdad ardiendo en su interior. Es imposible sentirlo y permanecer impasible en el tiempo. Es el movimiento natural de todo el que se acerca a Cristo. Decía Alexis de Tocqueville
«Para alguien que considera a todos los hombres iguales ante Dios no se le dificulta aceptarlos iguales ante la ley»
Pero necesitaron más tiempo, el que el Señor gustosamente les hubiera concedido para descubrir las luces que acompañan al progreso. Para desarrollar una filosofía política y sus escuelas, para compactar en lo social aquello que ya vivian en su religión.
Acercarse a esa gran construcción mental que es una democracia, requiere imaginación, apartarse de lo visible y crear un mundo justo en la mente. Escribir, pensar, hablar, debatir, reflexionar, proponer y siempre obedecer la ley, nuestro autentico monarca.
En honor al Pte. Volodímir Zelenski y al pueblo de Ucrania
Empecé a escribir este artículo antes de que comenzara la guerra de Ucrania el Jueves 24 de febrero de 2022.
Desde ese día me ha costado mucho esfuerzo terminarlo. No podía concentrarme y me atenazaba una pena persistente y a la vez una gran admiración por este hombre y por esa nación de gente tan valiente.
Posicionarse siempre es arriesgado porque adquieres visibilidad, pero no puede serme ajeno lo que ocurre.
Personalmente no soy el mismo que antes. Me he planteado muchas cosas por el ejemplo que estoy recibiendo del pueblo ucraniano. No, no podemos ser los mismos después de esto, Europa no es la misma.
No podemos emigrar al reino mineral para no sentir, para no ver y para no comprender que este mundo es peligroso, que existe el mal y hay que prepararse para ello. Los nefitas pudieron entender que la protección de su estado les facilitaria la paz y seguridad.
No podemos contemplar impasibles como ellos mueren por ser europeos, por ser eso de lo que apenas somos conscientes. Por la libertad de hablar, escribir, pensar de protestar…
Creo que la primera cosa que Zelenski me ha mostrado con su ejemplo, él suyo personal y el de Ucrania, es que merece la pena arriesgar la vida cuando se hace «En memoria de nuestro Dios, nuestra religión, y libertad, y nuestra paz, nuestras esposas y nuestros hijos»
Ruego que el Señor bendiga al Pte Zelenski, de la casa de Juda, y al pueblo de Ucrania.