El hombre estaba en el principio con Dios, DyC 93

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El hombre estaba en el principio con Dios
se alza a una altura considerable

La sección 93 de Doctrina y Convenios es un geyser que se alza a una altura considerable en el panorama del cristianismo. Enfrenta creencias antiguas, aceptadas por todos y proporciona un panorama nuevo a quien desee saber cómo el hombre estaba en el principio con Dios
Ya el Señor aclara su intención para esta revelación.

«Os digo estas palabras para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y sepáis qué adoráis, para que vengáis al Padre en mi nombre, y en el debido tiempo recibáis de su plenitud.» (19)

Necesitamos comprender su naturaleza para saber qué adoramos. La adoración es una contemplación admirada, arrobada, embelesada en el objeto de adoración. Pero sin una visión detallada, no surge la conmoción del alma, la sorpresa, el arrebato que produce la porción descubierta. Por eso la sección 93 es uno de nuestros tesoros.

Sus palabras, la espada de dos filos

Los versículos del 1 al 4 elevan la lectura al nivel de las verdades que se van a revelar. He encontrado pocos párrafos con tal impacto en la mente como produce éste. Antes de seguir, léalo por favor.

De cierto, así dice el Señor: Acontecerá que toda alma que deseche sus pecados y venga a mí, invoque mi nombre, obedezca mi voz y guarde mis mandamientos, verá mi faz y sabrá que yo soy;
y que yo soy la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene al mundo;
y que soy en el Padre, y el Padre en mí, y el Padre y yo somos uno,
el Padre, porque me dio de su plenitud, y el Hijo, porque estuve en el mundo, e hice de la carne mi tabernáculo y habité entre los hijos de los hombres.

Analizar estos versículos es emborronarlos. Podría hacerlo, pero desvirtúa su belleza y no deseo ese camino para usted, estimado lector. Memorizarlos y pasearlos en nuestra mente es suficiente, recordarlos mientras caminamos o preparamos nuestros alimentos con sencillez de corazón, anima el alma. Ciertamente dice lo que le ocurre toda alma que va a Cristo.El hombre estaba en el principio con Dios

Su palabra «es viva y poderosa, más cortante que una espada de dos filos, que penetra hasta partir las coyunturas y los tuétanos» (DyC 14:2)
Por lo tanto la adoración al Padre incluye la contemplación del Hijo en el verbo de sus palabras. Deleitarnos en ello requiere a veces el silencio reverente de nuestro intelecto que siempre pugna en aclarar intenciones y significados. A cambio de esa disciplina impuesta en nuestra lectura, nace la pura satisfacción de dejarnos llevar en la luz que alumbra, renunciando a las chispas de la nuestra.

La sencilla adoración

Entonces en la adoración silenciosa de sus palabras, somos iluminados por cada gracioso destello que sale de cada sílaba pronunciada por su boca. El Salvador, el poeta de la luz, ya brillaba antes que nuestro lenguaje. Desde el inicio, su voz guiaba a los continentes y los mares, invitaba a los rios y cantaba junto a las criaturas.
Por eso ante sus palabras, la reverencia y la contemplación son las llaves para su adoración.
Permítame decirle, estimado lector, que la belleza y forma de su verbo enseña tanto como su contenido. Por eso tan pocas veces hablo de la estética de este asunto, que representa la mitad o más de mi experiencia.

El testimonio de Juan

El testimonio de Juan en la sección 93 aclara el difuso papel que el cristianismo en general asigna a Cristo en la creación.
Leamos un comentario del Obispo Teófilo de Antioquía (180 DC) un sincero cristiano con vasta cultura y formación griega.

«¿Qué tendría de extraordinario si Dios hubiera sacado el mundo de una materia preexistente? Un artífice humano, cuando se le da un material, hace de él todo lo que quiere. Mientras que el poder de Dios se muestra precisamente cuando parte de la nada para hacer todo lo que quiere»
(Teófilo de Antioquía, Ad Autolycum, 2,4: PG 6, 1052).

Mientras una Trinidad incomprensible oscurecía el vínculo familiar confundiendo los actores, el testimonio de Juan concreta en Cristo la ejecución del plan bajo la dirección del Padre.

«Los mundos por él fueron hechos, y por él los hombres fueron hechos; todas las cosas fueron hechas por él, mediante él y de él.» (10)

Esto hace que el Hijo de un carpintero, alguien que creaba muebles para las moradas de los hombres a partir de materiales existentes, fuera quien dijera

» tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual estos puedan morar» (Abraham 3:24).

La restauración recupera el sentido común del cristianismo, ¿quién puede tirar la primera piedra sobre esta voz del cielo sin perder la de su alma? Por lo tanto cada detalle de su vida aporta significado al gran panorama de la divinidad.

Gracia sobre gracia

Acostumbrados a la restauración, no percibimos la elegancia de sus estancias y las luz que atraviesa sus ventanales. En el pasado la divinidad era una sustancia distinta a la humana. Se la acompañaba de misterios y palabras oscuras, que como cortinas espesas velaban la luz original.

«Y yo, Juan, vi que no recibió de la plenitud al principio, mas recibía gracia sobre gracia;
y no recibió de la plenitud al principio, sino que continuó de gracia en gracia hasta que recibió la plenitud» (12-13)
El hombre estaba en el principio con Dios
la bellota comparte naturaleza con la encina

En la restauración, la divinidad es un logro no una raza. No hay tal cosa como especie divina o humana sino progreso en la inteligencia bajo la Luz y Verdad. Así como la bellota comparte naturaleza con la divinidad como árbol de encina. En la restauración existe el lento crecimiento de la inteligencia de gracia en gracia hasta recibir la plenitud de lo que pueda soportar.
El Salvador para recibir la plenitud de la gloria del Padre, conocio la plenitud del dolor en los abismos donde nadie puso pie ¿cómo si no podría salvarnos de los fuertes toros de Basán?

Asimismo, aquellos que escogen su camino, aceptando los dos extremos de su cruz, comprenden todas las cosas así como Él (88:6) y tomando su nombre sobre ellos, son una luz en el mundo y a éstos les dice:

«…recibiréis de su plenitud y seréis glorificados en mí como yo lo soy en el Padre; por lo tanto, os digo, recibiréis gracia sobre gracia.» (20)

Este esquema de crecimiento paulatino del que Juan testificó de Jesús, es ahora el que Cristo muestra para nosotros en sus palabras desde Kirtland. Siguiendo su ejemplo, en la adversidad de nuestra cruz, no hemos de amargarnos sino ver qué se mueve ahi abajo, en nuestra alma, observar cómo sus engranajes ocultos la extienden dolorosamente para aumentar su conocimiento.(Moises 7:41)

Es por eso, que necesitamos [comprender para saber cómo adorar y saber qué adoramos] ya que su evangelio se basa en el conocimiento y no en la superstición.

Estuvimos en el principio

la lepra de la ignorancia.

Deberíamos reconocer nuestra desnudez anterior para apreciar las hermosas ropas con que vestimos en la restauración. Un ejercicio difícil de realizar, ya que asumimos como propio desde los alimentos diarios hasta las perlas de gran precio del evangelio. De modo que a veces, como los diez leprosos, pocos nos volvemos para dar gracias de nuestra sanación de la lepra de la ignorancia.

«Y ahora, de cierto os digo, yo estuve en el principio con el Padre, y soy el Primogénito…
Vosotros también estuvisteis en el principio con el Padre; lo que es Espíritu, sí, el Espíritu de verdad» (21,23)

Jehová fue el primer hijo de sus padres, pero un hijo no es una creación, usamos de leyes y materiales anteriores a nosotros, no partimos de la nada. El hombre estaba en el principio con Dios

Para 1839, José Smith amplio las enseñanzas de un sermón anterior:

“El espíritu del hombre no es un ser creado: existió desde la Eternidad y existirá hasta la Eternidad. Cualquier cosa creada no puede ser eterna y la Tierra, el agua, etc. todos estos tuvieron su existencia en un estado elemental desde la Eternidad. Nuestro Salvador habla de los niños y dice que sus Ángeles siempre están ante mi Padre. El Padre llamó a todos los espíritus ante él en la creación del hombre y los organizó «.
( JS History, vol. C-1, adiciones, 11 )

El hombre en el principio con Dios

A partir del versículo 24 hemos de ver la corriente general bajo las ondas del estanque. La revelación en DyC a veces se ondula como el viento al pasar por una montaña. Hay que aprender a leer en las nubes los movimientos del aire que las lleva.

El hombre estaba en el principio con DiosDel versículo 24 al 28 habla de la verdad de forma comprensible pero turbulenta.

  • 24 la verdad es el conocimiento de las cosas como son…
  • 26 El Espírtu de verdad es de Dios. Yo soy el Espíritu de verdad…
  • 28 El que guarda los mandamiento recibe verdad y luz…y sabe todas las cosas

Identificando al principio la verdad con el conocimiento, sin embargo termina en el 28 sumando luz y gloria. De esa manera nos prepara para recibir los versículos 29 al 31.

En mi opinion representan una cúspide doctrinal en la restauración, una auténtica joya para el pensamiento. Mucho de mi trabajo en teancum pivota sobre esta sección y estos versículos. Los reproduzco íntegramente, no me atrevo a resumirlos.

29 También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser.
30 Toda verdad es independiente para obrar por sí misma en aquella esfera en que Dios la ha colocado, así como toda inteligencia; de otra manera, no hay existencia.
31 He aquí, esto constituye el albedrío del hombre y la condenación del hombre; porque claramente les es manifestado lo que existió desde el principio, y no reciben la luz.

Me aparto de su estética y belleza maravillosa, y me centro en su mensaje (casi un sacrificio esto)

29

En el 29 ¿qué esta diciendo? ¿de dónde viene el viento? miremos a barlovento.
Conforme leemos en la línea de tiempo, el versículo comienza elevando la idea de que en el principio  estábamos con Dios, pero despues del punto y seguido (cima) se condensa en dos entidades no creadas: inteligencia y la luz de verdad. Recorriendo el camino inverso, mirando a nuestra espalda con el tiempo de revelación atras, nos está diciendo que el hombre proviene de la luz y verdad y en ese océano su categoria era de inteligencia. Esa inteligencia estuvo después con Dios como hijo o hija suyo.El hombre estaba en el principio con Dios

La transicion entre estas dos ideas, parece brusca, desconectadas ambas en el versículo. Eso es debido a las turbulencias creadas al expresarlas en un medio distinto al divino, de donde proceden. Si entramos en el agua provocamos ondas y la claridad del fondo se difumina porque estamos fuera de ella. La revelación descubre pero perturba nuestro entendimiento natural de las cosas.

30

El plan de salvación está construido alrededor de este don

En el 30 ¿qué nos muestra?
Nos revela que si la inteligencia, nuestra más interna constitución, no tuviera capacidad de obrar por sí misma no podríamos existir. Cuando tenemos un hijo, ya viene con albedrio, de hecho muy desarrollado. Si tiene dudas espere y verá.
La capacidad del libre albedrío es parte integral de nuestra constitución. Una capacidad anterior a nuestra pertenencia a la familia de Elohim. Pero fue en los cielos donde tuvimos la oportunidad de descubrirla al poder discernir. Por eso el Padre conservó y aumento ese don con el que vinimos. El plan de salvación está construido alrededor de este don

“Por lo tanto, el Señor Dios le concedió al hombre que obrara por sí mismo. De modo que el hombre no podía actuar por sí a menos que lo atrajera lo uno o lo otro.”(2 Nefi 2:16).

Para hacer la concesión de obrar por sí mismo, antes debe existir la capacidad de hacerlo. Esta no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser. El plan de salvación nos proporciona la esfera perfecta para obrar por nosotros mismos ya que su diseño nos situa en multitud de elecciones.
Por eso el plan de Satanas era un completo despropósito desde su concepción, de tal calibre que la «La luz y la verdad [desecharon] a aquel inicuo.» (37)

31

se constituyen sobre una carta magna

Cuando dice «esto constituye el albedrío del hombre» no está diciendo «sobre esto se constituye» si lo hiciera el albedrío sería otra cosa. Por ejemplo, nuestros derechos como ciudadanos se constituyen sobre una carta magna. Estos pueden derogarse en casos excepcionales o en la destrucción del orden constitucional de la nación constituyente.
Pero el versículo 31 señala los órganos irreductibles del propio albedrio.
El verbo constituir viene del latín constituere, palabra formada con el prefijo con (convergencia o reunión) y el verbo statuere (establecer) Si alguien constituye es porque reúne elementos para establecer algo mayor. Estos son los elementos:

  1. La independencia para obrar
  2. El hacerlo por sí mismo
  3. Una esfera donde hacerlo

No solo la independencia para obrar («el que no hace nada hasta que se le mande» DyC 58:29), sino el hacerlo por sí mismo («y hacer muchas cosas de su propia voluntad» DyC 58:27)  son las capacidades plegadas de la inteligencia que no son creadas ni hechas ni lo pueden ser.
Tal como nuestros hijos en la tierra, de forma semejante es en los cielos. Ellos vienen con capacidades innatas, nosotros como padres les proporcionamos una esfera, en nuestro caso familiar, donde esas cualidades pueden desplegarse de forma inteligente. Igual hizo el Padre en los cielos.

De otro modo no hay existencia

«…obrar por sí misma en aquella esfera en que Dios la ha colocado» (30)

¿En qué esfera fuimos colocados en el primer estado? Existir como hijos de Elohim, tal como sus hijos existen en la tierra como los nuestros. De la tierra proceden los elementos de nuestros hijos, de la inteligencia provienen los elementos de los suyos en los cielos. Trabajamos en simetría.

Existencia del latín existentia. Está formada por un prefijo ex (hacia fuera), sistere (tomar posición), ente (agente) ia (cualidad). Osea, la cualidad de los seres (agentes) que toman posición (presencia) hacia fuera. Las inteligencias con albedrio (nosotros) salimos de ese océano primordial para manifestarnos al mundo. Sin el albedrio no habria esfera ni existencia, ese mundo moral, interior, del que Kant se maravillaba.

Claramente nos es manifestado

Si los hijos de la familia celestial hubiesen sido una creación propia, seres espirituales que comienzan a existir en la casa de Elohim, el fracaso habria sido inmenso. Perder un tercio de ellos es asumir un desastre, un fallo en su creación o una mala formación en casa.
A menudo esa hermosa verdad general «Ningún exito compensa el fracaso en el hogar» no siempre puede aplicarse a situaciones particulares, puede volverse hacia nosotros como un boomerang. Porque induce a pensar que tenemos todas las variables bajo control en casa, incluso el albedrio de los hijos. Pero el origen de nuestros pequeños es más antiguo que el propio universo. No son nuestras criaturas, son nuestros hijos, vienen de muy atrás, hemos de tener en cuenta las trayectorias impredecibles de sus estrellas fugaces.

La realidad es que somos en parte increados, y ese germen eterno sigue manifestándose «por sí mismo en aquella esfera en que Dios la ha colocado» por eso culpar al Padre en los cielos o a los padres en la tierra de toda injusticia o fracaso causada por el hombre, es fruto de la dureza de corazón ya que la vida lo muestra, «claramente [nos] es manifestado lo que existió desde el principio,y no [recibimos] la luz»
Porque la familia es un destello de los cielos, hay que recibir esa luz y a poco que nos esforcemos en comprender, nos alumbra.

Esa luz a la que se refiere, es la luz que brilla, es la luz de Cristo. En lo concerniente a nosotros, allí donde hay un ser humano se extiende su influencia. No así la luz y verdad que lo llena todo.

Por eso el comienza esta revelación diciéndonos:

Os digo estas palabras para que comprendáis y sepáis cómo adorar, y sepáis qué adoráis

La gloria de Dios es la inteligencia

El versículo 36 donde terminamos por hoy dice así

«La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad.» (36)

Hay muchas formas de entender este versículo, por ejemplo la formación académica o el conocimiento de la verdad, la instrucción… Nada de eso está errado, pero si leemos el siguiente puede aclararnos algo más.

«La luz y la verdad desechan a aquel inicuo.» (37)

Tal como nos dijo que «Toda verdad es independiente para obrar por sí misma… así como toda inteligencia» en el versículo 37, vemos a la luz y la verdad desechar a Satanás. Actua con independencia, por sí misma y en la esfera del plan de salvación.
Gloria en latin significa prestigio, renombre, reputación y honra.
En mi opinión habla de su gloria, el halo de prestigio que lo rodea, la honra que recibe de sus aliados y creaciones. Su reino es de alto conocimiento y tecnología, de alianzas y convenios. Su poder es su honra, su gloria es la inteligencia, luz y verdad, la adhesión inquebrantable de todas estas naciones y extrañas entidades como los toros de Basán a la casa de Elohim.

Al igual que Adán tuvo dominio sobre las criaturas de la Tierra, el Padre de los cielos lo tiene sobre las fuerzas y naciones de ellos. En el 37 vemos la actuación decidida de uno de sus aliados en defensa de los convenios y la seguridad del reino.

Es el Universo vivo e inteligente, es lo más que se va a entregar a la humanidad del conocimiento de los cielos. Es la maravilla de la restauración que viene llena de cofres cargados de joyas.

6 COMENTARIOS

  1. me quede maravillada con la explicacion tan clara y contundente ,gracias por eneseñar y ampliar mi conocimiento acerca de estas verdades

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