Aprendemos en las escrituras que la divinidad se vive en sociedad y en ella las familias eternas son la garantía de continuidad «existirán de eternidad en eternidad, porque continuarán» (DyC 132:20)
«Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá; pero la acompañará una gloria eterna que ahora no conocemos.» (DyC 130:2)
En la restauración Dios no es un ente ni una energía ni una voluntad incorpórea. El Padre Celestial logró su exaltación porque «continuó» con esfuerzo y en compañía de su familia, nunca en soledad.
Esta visión tan humanizada de la divinidad que emana de las escrituras, es exclusiva de la teología de la restauración. Ésta no humaniza a Dios para que sea asequible a nuestra comprensión, sino que la restauración eleva la condición humana a la divina, porque lo divino crece desde ahí, afirmación inédita en todo el orbe.
La revelación moderna nos proporciona un alfabeto doctrinal amplio y coherente. Gracias a eso, la conjugación de sus ideas posibilita un crecimiento casi ilimitado en la generación de ideas nuevas. Su cosmogonía es abierta y no cerrada como en el pasado.
Cada miembro de la iglesia tiene la oportunidad de llevar su estudio personal más allá de lo aparente y disfrutar de una amplia visión del evangelio y de la existencia.
No tratamos, aqui en teáncum, de sentar doctrina, sino de extrapolar lo que sabemos hasta donde llegue la naturaleza del conocimiento y la prudencia.
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Previo al asunto que vamos a tratar, estos artículos son un enfoque correcto.
1º El gran secreto de la restauración del evangelio |
2º El Señor de la viña y el Cosmos |
3º La restauración del evangelio y la cosmología moderna |
En el primero he tratado el gran impacto que tiene la primera visión de José Smith en la comprensión de la naturaleza de Dios, las consecuencias son de largo alcance. En el segundo cómo afecta el modelo cosmológico de las escrituras a una sociedad y su organización y la contribución del modelo de la restauración a nuestro mundo actual.
En el tercer articulo vemos la armonía que existe entre la naturaleza del Dios de la restauración, manifestada en el discurso del funeral por King Follett y la cosmología moderna.
En este entorno de la comprensión de la naturaleza de Dios, me planteo ahora mostrar el protagonismo de la familia en la doctrina de la divinidad que enseñó el profeta José Smith en la sección 76 y la 132. Para eso usaré la propiedad fractal y de simetría de las escrituras. No es algo complejo, de hecho, lo usamos en la vida cotidiana sin darnos cuenta.
Solicito del lector algo de paciencia hasta llegar al asunto central de las familias eternas, como es costumbre entre los abnegados lectores de teáncum.
La simetría y lo fractal
Además de exponer lo que aprendo de las escrituras, mostraré algunas propiedades de ellas que nos ayudan a llegar a conclusiones nuevas. Esas propiedades muestran algunos atisbos de su reino, en mi opinión, deliciosos de contemplar.
La simetría, aplicada al estudio de las escrituras, la entiendo como la propiedad que tienen las escrituras de predecir formas e ideas no visibles, mediante su imagen especular.
Por ejemplo, observemos la sección de un girasol, digamos un sector de 45º
Aunque solo veamos una parte, podemos reconstruir la forma completa. Solo tenemos que reproducir lo conocido mediante su rotación, usando el centro de la flor. Al girar la imagen en uno u otro sentido, ya que el girasol tiene simetría rotacional, recuperamos su totalidad.
El girasol también tiene simetría interna, pues aunque cambiemos de posición sus pétalos o semillas, su aspecto no varia. Estas propiedades se usan en el mundo de las partículas elementales para descubrir nuevas propiedades y fuerzas invisibles a nuestros cálculos.
De igual manera, el evangelio de Jesucristo tiene simetría rotacional y simetría interna. Los templos, donde se sellan familias eternas, son una imagen perfecta de la simetría de su conocimiento.
La simetría en el plan de salvación
En 2 Nefi 2 se citan los elementos que componen el plan de salvación y vemos cómo se realiza en él una obra de ingeniería celestial portentosa. Consigue una simetría perfecta entre los elementos de la justicia y la misericordia, de forma que se influyen uno a otro.
En el gráfico inferior puede comprobar cómo la simetría entre la justicia y la misericordia es rotacional e interna. Este gráfico es la representación geométrica de las escrituras contenidas en 2 Nefi 2.
«Por tanto, los fines de la ley que el Santo ha dado, para la imposición del castigo que se ha fijado, el cual castigo que se ha fijado se halla en oposición a la felicidad que se ha fijado, para cumplir los fines de la expiación»
Si rotamos las imágenes o las transponemos la relación no varía. Por eso al leer…
«…por tanto, sus sendas son rectas y su vía es un giro eterno.» (DyC 3:2)
Entendemos que su evangelio es el mismo aunque su forma cambie con el tiempo.
Los sacrificios de Israel rotan en el giro eterno de su obra hacia el futuro Mesías. De ahí la simetría entre la ley de Moisés y el sacrifico de Salvador en la cruz. En ese giro desde Moisés a una distancia de 1431 años, encontramos al Salvador en la cruz de madera en posición simétrica con los sacrificios sobre la madera en el altar del tabernáculo.
En las escrituras
Podemos observar esta propiedad en muchas escrituras, por ejemplo la simetría interna en este versículo de la sección 88 es ejemplar. Puede girar esta escritura o transponer sus términos y no varía.
«Porque la inteligencia se allega a la inteligencia; la sabiduría recibe a la sabiduría; la verdad abraza a la verdad; la virtud ama a la virtud; la luz se allega a la luz; la misericordia tiene compasión de la misericordia y reclama lo suyo; la justicia sigue su curso y reclama lo suyo; el juicio va ante la faz de aquel que se sienta sobre el trono y gobierna y ejecuta todas las cosas.» (DyC 88:40)
Aquí encontramos otro ejemplo entre la simetría que existe entre la tierra y el cielo.
«…lo que atéis en la tierra sea atado en los cielos, y lo que desatéis en la tierra sea desatado en los cielos.» (DyC 128:8)
En este caso, siendo el velo un eje, los hechos de un lado del velo tienen su equivalente al otro.
No me extenderé más en este principio de estudio de las escrituras. Está desarrollado ampliamente en estos dos artículos.
La simetría en el plan de salvación y los Quark |
La geometría fractal, las escrituras y el evangelio |
La propiedad fractal del evangelio radica en la multiplicación de una estructura hacia su aumento o su disminución sin que varíe su forma. Podemos ver la estructura de la primera presidencia y el consejo de los doce en toda organización a cualquier nivel de la Iglesia en obispados, presidencias y consejos. Asimismo en la ley de Moisés, el Salvador está presente en todo aspecto, multiplicando su presencia en cada ordenanza, sin variar el mensaje.
Cosas que no se ven pero son verdaderas
Comprender la idea de familias eternas se relaciona con la escritura sobre la fe en Alma 32
«Y ahora bien, como decía concerniente a la fe: La fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas.» (Alma 32:21)
Toma un aspecto distinto cuando la observamos desde la perspectiva de la simetría. Así como no vemos el girasol, es decir no tenemos su conocimiento perfecto, podemos creer en su verdadera forma. De la misma manera, podemos construir nuevas ideas que no se ven a partir de las verdades del evangelio gracias a su simetría rotacional e interna.
Es necesario un preámbulo como este para que el lector encuadre correctamente lo que vamos a desarrollar a continuación.
¿Quién tentó a Lucifer?
Para comprender la necesidad de familias eternas en la divinidad, hemos de analizar un conflicto familiar como el de Lucifer.
Lucifer estaba en los cielos a salvo de todo peligro, de toda influencia maligna. La preexistencia no es un estado probatorio sino de gloria, un estado de salvación. Entonces ¿por qué surgió el mal en ese estado perfecto de luz y conocimiento? ¿De dónde vino esa tempestad que se precipitó ante la misma presencia del Padre? ¿Cómo se pudo llegar a una guerra allí donde estaba el rey de paz y justicia?
Nadie tentó a Lucifer para rebelarse.
El albedrío es la energía nuclear de la existencia. Es el temblor básico y permanente de sus partículas, el rumor callado del alma. Es el germen de todo bien y todo mal. Donde hay albedrio existen todas las posibilidades, lo que no implica altas probabilidades de amenazas sino fluctuaciones de la voluntad.
No existe un estado de nivel cero de riesgo, lo mismo que no existe un espacio con nula energía. En el bullir cuántico del espacio o del alma, puede surgir una partícula de rebelión que de no anularse puede incendiar el alma donde reside.
El Padre sabía esto por experiencia, sabía que iba a surgir tarde o temprano, así como el Salvador sabía de otra amenaza
«Cuando hubo dicho Jesús esto, se conmovió en el espíritu, y testificó y dijo: De cierto, de cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar.» (Juan 13:21)
Ante la presencia del Mesías, la luz y la vida de los hombres, uno de sus apóstoles lo traiciona. Ante la presencia del Padre uno de sus elegidos se rebela. Dos situaciones simétricas, un peligro común, el uso del albedrío. No es de extrañar que el motivo de la contienda fuese el control de éste, como aquí en la tierra es el control de los recursos cuya máxima expresión es la libertad de las naciones.
No hay una total seguridad de que la traición o la rebelión no suceda en los cielos o en la tierra, por más luz y verdad que dispongamos. El albedrio genera en si mismo el fuego para guerra o para luz.
Ahora sí es el momento para pasar al asunto que nos trae.
Las familias en la tierra, lo conocido
Cuando conocí el evangelio escuché por primera vez el concepto de familias eternas. Asumí esa idea como deseable pero me costó separarla de su aspecto emocional. En la iglesia siempre se ha potenciado esa vertiente de la doctrina. Amamos a nuestras familias, a nuestra esposa e hijos y deseamos estar eternamente con ellos. Así lo enseñaba en la misión y todos parecían entenderlo.
Pero además de eso, qué utilidad tienen las familias eternas en un entorno de gloria, de seguridad y salvación. Y más aun ¿podrán los vínculos emocionales perdurar en la eternidad, serán suficientes?
Siempre necesité completar esa respuesta. Pensar así me hacia sentir mal, porque me sugería ¿Quizás no quieras lo suficiente a tu familia? pero no podía evitarlo.
Ahora no intento evitarlo sino invito esa pregunta a que explique su persistencia.
La sección 132 nos abre el entendimiento hacia el nuevo y sempiterno convenio. Introduce el matrimonio como asociación necesaria e imprescindible para el más alto grado de exaltación. Las personas que no accedan a ese grado serán exaltadas también pero necesitaran las familias de otros para que el plan pueda seguir expandiéndose.
Pero ¿por qué? me resulta difícil basar la permanencia como familias eternas únicamente en el sentimiento familiar. Debe haber otras razones que no eran evidentes a simple vista.
45º visible de las familias eternas
Observemos la parte que conocemos o los 45º del girasol que vemos.
En la tierra la familia es el átomo de la sociedad, esta compuesta de al menos dos personas, pero sin ellas no hay mundo. Aquellas sociedades que intenten destruir esta realidad no podrán hacerlo, perecerán antes de ver realizados sus planes.
La familia enseña a usar el albedrio, controlando las pulsiones del deseo. Da apoyo y amor a sus miembros. Promueve el ahorro y el esfuerzo como recurso para el futuro. Proporciona seguridad y las necesidades básicas de sus integrantes. Es capaz de perdurar al final de sus componentes.
Sin referirme a las personas solteras, que no las encuadro como individuos solitarios. Una sociedad inclinada a erosionar la familia aumenta su pendiente hacia una sociedad de personas solas, sin vínculos de ninguna clase y eso no puede inspirar esperanza porque
«…solo serán individuos, porque tendrán fin; por consiguiente, existirán solo durante su vida en la tierra, no continuarán en su progenie.» Esta idea tiene simetría especular, como la de un espejo, con DyC 132:20
La divinidad y la soledad
El Dios de la apostasía es solitario, solo se rodea de criaturas no de iguales. Al ser su sustancia distinta a la humana, su plan para nosotros es antropológico. Busca salvar y conservar su obra pero no puede exaltarla a su condición, porque no comparte naturaleza con ella.
Asemejaba aquella salvación divina que conocí en mi infancia, al oficio de un sacerdocio solitario, que pastoreaba a las familias porque eran necesarias, por una pura razón existencial. Aquellos dogmas sobre su naturaleza me hablaban de lo incomprensible y por tanto no admitían simetrías con la mostaza, hijos pródigos o monedas perdidas.
La paradoja de aquel tiempo es que aquel sacerdocio solitario se consideraba lo más cercano a lo divino. La opción del celibato como un acercamiento a lo que Dios es y la familia como una opción menos profesional hacia la santidad.
La persona en soledad, carece de orientación familiar. La familia es la estructura para vivir en este mundo para prosperar, transmitir y permanecer. La humanidad o la divinidad en solitario puede ser como el globo que asciende sin lastre.
La familia lastra lo gaseoso, los hijos nos sujetan a la tierra obstinadamente y nos obligan a pensar en un plan para su salvación. Sin ellos nuestra voluntad campa libre, sin ataduras, pero vana y centrada en sí misma y por tanto sin conocimiento. Nuestra esposa o esposo revelan nuestra auténtica naturaleza a pesar de nuestros noes.
Sin su familia, sin nosotros, Dios no sería un Padre Celestial sino un Emperador universal rodeado de vasallos. Desligado de familia, dejaría de ser Dios y lo percibiríamos como un poder. Entonces puede que Lucifer hubiera sido un gran general que expulsara a dos tercios de sus creaciones.
Así como en la Tierra, en los cielos, la familia es una estructura para la supervivencia de la divinidad y su conocimiento. Para nosotros no solo es el sentimiento romántico, si queremos llamarlo así, sino la pura necesidad de tejer desde esta tierra lo que será la estructura de nuestro ascenso y permanencia.
Por lo tanto la divinidad es un compuesto no es un cuerpo simple. Es el logro de al menos dos personas.
Las familias eternas en la divinidad
A medida que ascendemos en el conocimiento los caminos se estrechan. Pueden haber muchas teorías para la gravedad pero conforme transcurre el tiempo, las opciones disminuyen y al final solo una explicará los hechos. De igual manera, su reino es la última solución para sus hijos.
La estructura de su reino se atisba en la escritura
«…y heredaréis tronos, reinos, principados, potestades y dominios, toda altura y toda profundidad…» (DyC 132:19)
Estas demarcaciones de espacios o influencias, están tramadas de familias no de funcionarios celestiales. El vínculo de las familias eternas es el tejido de los cielos, forma una malla de relaciones tal como muestra el árbol en familysearch. El reino de los cielos no solo está unido por la presencia divina, por sus leyes, gloria y convenios sino por cuerpos y uniones familiares más fuertes que el vínculo de la sangre.
Las tupidas redes familiares en las que trabajamos con las llaves de Elias, componen una futura estructura resiliente a los riesgos del albedrío. De la misma forma que los parientes en la tierra son una ayuda en la crianza y protección de los hijos.
Estas redes familiares crecen en todas direcciones del espacio y tiempo y componen cuerpos de vivientes por los que circula la luz y la verdad, pero
La luz y la verdad desechan a aquel inicuo.
(DyC 93:37)
La tensegridad ante la caída
Estas redes familiares en los cielos, deben tener la estructura resiliente de las familias, cada una es un nodo de poder y capaz de restituir el orden y la estabilidad ante una posible caída de los demás, incluso de 1/3 de ellos. Por eso la imagen empleada es la de un árbol y no la de un edificio a gran altura de la tierra.
Sin esas redes familiares que ya existían en la prexistencia, que eran fruto del trabajo anterior de aquellas generaciones de mundos extintos, se hubieran perdido más de un tercio de los cielos en aquella batalla.
Leemos en la sección 110 de DyC las palabras de Elias en el templo de Kirtland.
«…para hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, para que el mundo entero no fuera herido con una maldición.» (DyC 110:15)
Las llaves de Elias
Sin la obra por nuestros antepasados, el mundo sería herido con maldición. Pero ¿por qué? A estas alturas el lector debe de intuirlo.
Porque la Tierra sería una oportunidad perdida en la continuación del orden de los cielos. Una humanidad que no sería injertada en la estructura de crecimiento y de seguridad de su reino. Sería un mundo que formaría parte del pasivo de los cielos. Una rémora que no aportaría redes familiares resilientes, linajes capaces de resistir embates como el liderado por Lucifer. Capaces de recomponerse y aprender de los avatares que en algún momento enfrentarán en sus destinos.
Los individuos aislados no pueden hacerlo, no pueden porque no continúan porque la familia está más cerca del orden divino, que se transmite aquí por sangre y por convenio. Sin embargo el individuo solo tiene el orden social que se transmite por su voto.
El gobierno en los cielos
Si alguien piensa que a ese nivel de gloria y conocimiento, las soluciones terrestres como gobiernos democráticos, en sus diversas formas podrían suplantar a las familias en los cielos, debería comprender algo.
A ese nivel de gloria y conocimiento, las soluciones y las respuestas están ya descubiertas. No se pueden proponer cambios sustanciales. Imagine que en un centro de investigación en física avanzada, la solución a las ecuaciones se decidan por mayoría y no por resultados comprobados. Imagine que los tratamientos para el cáncer se decidan en el congreso de los diputados y no en la reunion del equipo médico.
Pues bien, nadie va a descubrirle al Padre Celestial nada nuevo porque Él es el mayor de todos. A ese nivel de conocimiento el reino de los cielos tiene solo un camino porque es la cima, igual que las ciencias en la tierra, buscando la verdad, eliminan lo senderos errados hacia una teoría unificada.
«Hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy el Señor tu Dios, soy más inteligente que todos ellos.» (Abraham 3;19)
La solución para la caída del género humano provino de un Padre una Madre y un Hijo, vino de una familia. La redención en la tierra vino de José, Maria y Jesús otra familia. El mensajero que preparaba el camino del Mesías era Juan, su primo.
Cuando el Salvador estaba en la cruz, su familia lo soportó con el apoyo de sus allegados, entre ellos su madre. En los cielos El Padre se contuvo y lo soportó con el apoyo de su familia. La salvación de sus hijos fue un asunto familiar no social ni estatal.
Si el lector ha estado atento, comprobará que hemos llegado a estas conclusiones usando la simetría en el evangelio.
Por lo tanto la única capa que sobrevive de cualquier sociedad ante el Padre Celestial es la familia que se ajusta al nuevo y sempiterno convenio que todos conocemos. Esa es la solución de los linajes eternos, un diseño simétrico con el Universo y sus familias, sean de partículas o de seres humanos.
Cuando el Padre Celestial y Jehová crearon al hombre dijeron algo premonitorio
«Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.» (Gen.2:18)
De forma simétrica tampoco es bueno que los Dioses estén solos.
Hola aquí nueva seguidora soy de chile, he estado toda la tarde leyendo tus artículos y maravillándome en ellos, muchas gracias por aportar luz a los que te leemos y gracias a mi hermsna que me recomendó leer tu página
Gracias Viviana por tu ánimo. y bienvenida a Teáncum.
David, gran artículo para entender por qué se intenta destruir la organización familiar. Ojalá sigan creciendo tus lectores.
Corina
Gracias Corína, la mejor promción de lectores que tengo sois vosotros. Si en algo os agrada teancum por favor, compartirlo
Muchas gracias David, tus artículos contestan muchas preguntas que me hago y otras que me genera y me animan a seguir escudriñando sus respuestas. No hay palabras para describir esta maravilla y prodigio del evangelio restaurado. Que Perla de Gran Precio, está en nuestras manos y aún nos queda mucho para tasar su verdadero alcance y valor. Tus artículos me ayuda hacerlo linea por linea. Un fuerte abrazo amigo.
Si te generan preguntas, no hay nada mejor que eso. Sin ellas José no hubiese ido a la arboleda. La verdad es que el alcance de las escrituras no se puede calcular
Espectacular las observaciones expuestas en este artículo, esto es una investidura David, quedó muy agradecido como siempre por tus escritos y en todos estos años he aprendido mucho de tus artículos, muchas gracias maestro.
Gracias Miguel. Las posibilidades de publicar en facebook se han limitado mucho. Estoy invitando a seguir a Teáncum añadiéndolo a favoritos, por wasap o lista de correos. Estoy en un momento difícil en la difusión de los artículos. Gracias a amigos como tú seguimos adelante buscando nuevas formas de llegar a mas personas interesadas.
Un saludo y gracias por tu apoyo durante todos estos años