En este segundo artículo sobre la sección La segunda venida y la caída en DyC 29 trataremos los dos temas principales, la segunda venida y la caída de Adán y Eva. Me planteo pensar en aquellas cosas que aceptamos sin más, que damos por hecho. Es un empezar de nuevo a ver el mundo a través de las escrituras.
La segunda venida y la caída
Escribí hace poco sobre esta profecía, me atreví por primera vez en Marzo de este año. Este asunto me trastorna bastante, me sitúa en la disyuntiva de asimilar el relato de la estatua que vio Daniel o el de la piedra cortada del monte no con mano. No es lo mismo creer en la segunda venida que asumir cabalmente el cambio en nuestra mente y las consecuencias intelectuales que provoca. Si le soy sincero, estimado lector, me considero un santo de los últimos días, pero eso no excluye la lucha en romper los moldes interiores en la forma de pensar, no lo que ven de nosotros fuera.
«Porque la hora está cerca, y próximo está el día cuando la tierra estará madura» (9)
La tierra madura, quiere decir cuando el mundo contenga todo el conocimiento y maldad necesaria antes de que que ahogue a los justos. ¿Esa madurez es deseable? ¿Por qué no venir cuando esté madura en la rectitud?…porque las malas hierbas dominan en un mundo caído, no se va a invertir esa tendencia. El perejil nunca a va axfisiar a las malas hierbas.
Hace unos días empecé a limpiar mis plantas aromáticas de hierbas dañinas. Quise hacerlo cuanto antes, pero arrancaba el perejil, el cilantro y la hierbabuena junto a las silvestres. No podía distinguir los tallos. Reconocí que tenia que esperar a una «hora cercana en un próximo día».
La naturaleza de cada especie de planta tenía que manifestarse con claridad a fin de ser arrancada o preservada, no hay otra manera. Por naturaleza, las malas hierbas no tienden a la rectitud, pero aún así el Señor de la viña concede a todos un tiempo.
Durante miles de años, la maldad y la rectitud han coexistido. ¿Qué diferencia hay ahora? Pues que nunca lo han hecho en un entorno de tanta luz y conocimiento en lo material y en lo espiritual como ahora. Vamos hacia máximos en ambos aspectos. Si se nos deja, en un siglo alcanzaremos velocidad de escape del plan de salvación. Espero fervientemente que no sea así.
Entiendo por madurez, esta situación en el conocimiento y en el comportamiento.
Preguntas extrañas
Siendo un niño de 11 años pregunté a mi profesor de religión: «Si Cristo ascendió a los cielos resucitado, ¿Dios pisa un suelo solido?» Me dijo que no hiciera esas preguntas, eran tontas. Ya ven amigos lectores, empecé temprano, no me viene de ahora.
«…mis apóstoles, los Doce que estuvieron conmigo durante mi ministerio en Jerusalén, estarán a mi diestra, el día de mi venida en una columna de fuego…» (12)
Haré algunas preguntas extrañas y alguien dirá que inútiles.
¿Cómo veremos esto? ¿De frente, de espaldas, de lado…? ¿Por que hago estas preguntas?
Porque la primera visión marcó un nuevo concepto de la divinidad, la mostró espacial y física. Acabó con la vaporosa descripción de Dios y su reino que enseñó la apostasía, Él tiene un cuerpo de carne y huesos. Por eso preguntarnos dónde, cómo cuánto y por qué, dejó de pertenecer solo al ámbito de la ciencia. A veces algún lector me acusa de imaginar, pero la imaginación es una pluma divina para volar «y se remontará en la imaginación de sus pensamientos como si fuera en alas de águila.»(DyC 124:99)
La geometría que conocemos no sirve para percibir la segunda venida del Salvador, las escrituras la muestran como algo global pero se desarrolla en una esfera como es la Tierra. En una tierra plana, la profecía se adaptaría.
Es posible que su gloria lo cubra todo, de tal forma que muchos puedan verlo con una visión distinta a la natural. Creo que nuestra percepción, la que proporciona nuestros sentidos, será cambiada a otra capaz de coincidir con las escenas que traerán las trompetas de su venida.
Por lo tanto si la Tierra no se vuelve plana (que no creo) será nuestra visión la que cambie a un modo «aumentado» o esférica tal como la de Moisés.
Visión aumentada
Moisés y Abraham fueron vivificados a fin de ver las cosas de Dios. «Moisés fijó los ojos y vio la tierra, sí, la vio toda; y no hubo partícula de ella que no viese, discerniéndola por el Espíritu de Dios.» (27) Esta visión de Moisés «esférica» no coincide con la natural, porque es vivificada.
Los sucesos descritos en las escrituras sobre la segunda venida tampoco coinciden con la percepción de una persona en un punto del planeta. Demasiados ángulos a la vez en demasiados lugares para una visión de 180º.
La segunda venida será acompañada de su visión que discernirán aquellos que la puedan recibir en su totalidad y a los que no les sea dada, será algo terrorífico porque no la entenderán.
La actividad en los cielos
Hemos de leer las profecías del fin de los tiempos conforme a la ciencia de nuestro tiempo. No vamos a errar si lo hacemos así porque describen sucesos de nuestro tiempo.
«…antes que llegue este gran día, el sol se obscurecerá y la luna se tornará en sangre; las estrellas caerán del cielo y habrá señales mayores arriba en el cielo y abajo en la tierra»» (14)
Las estrellas fijas no van a variar su posición, tampoco la Tierra va a abandonar su órbita. A veces leo interpretaciones y teoremas que van contra las leyes de la Tierra y de los cielos, desconfío de esas explicaciones forzadas. Prefiero recordar a los santos en el barro helado junto al rio Missouri, amenazados por el populacho. Cuando de repente el cielo se ilumino de estrellas fugaces, más de 100.000 en una hora. Sus atacantes, maravillados, desistieron de sus fines homicidas.
«Agnes Clerke realizó una descripción de aquel día que aún se recuerda: «En la Noche del 12-13 de Noviembre de 1833, una tempestad de estrellas fugaces irrumpió sobre la tierra…el cielo fue barrido en todas direcciones con estelas brillantes e iluminado con bolas de fuego majestuosas. En Boston, la frecuencia de meteoritos se estimó como la mitad de copos de nieve que caen en una tormenta de nieve promedio. Su número era imposible de contar”. (ABC Ciencia)
Él es el Señor de las coincidencias y el constructor de las casualidades. El puede realizar cualquier prodigio con las leyes de que dispone, no necesita una chistera.
Estos son los preliminares, antes de que se agrieten los cielos y se unan sus ciudadanos a nosotros. ¡Que día ese¡ ojalá esté vivo tal como le rogué cuando era joven, con 15 años en Sevilla. Hace ya tanto de eso…
La grande y abominable
«Y la grande y abominable iglesia, que es la ramera de toda la tierra, será derribada por fuego devorador…vivo yo, que ciertamente acontecerán, porque no han de reinar las abominaciones.» (21)
Esa grande y abominable iglesia es todo lo que se opone con mentiras y violencia a Sión. Los que hoy afligen a Sión ya no son populachos armados, sino palabras e información, tal como fue en los cielos. Pero ¿Cómo se puede destruir algo intangible por fuego devorador? Pues con el fuego intangible de lo virtual.
Las escrituras cada vez encajan más en el entorno virtual de la sociedad. La guerra en la tierra(1) cada vez se parece más a la que hubo en los cielos(2), por eso las claves para entender algunas escrituras radican en entender nuestro mundo(3). (Tres artículos donde trato de esta guerra moderna) Se pueden derribar gobiernos con el fuego devorador de los algoritmos, algunos de ellos abominables.
«Porque todas las cosas viejas pasarán, y todo será hecho nuevo, el cielo y la tierra, y toda la plenitud de ellos, tanto hombres como bestias, las aves del aire, y los peces del mar;» (24)
El milenio es un tiempo necesario para unir los cielos y la tierra. Es un tiempo de adaptación y aprendizaje. La migración a la nación de los cielos requiere de una formación larga y rigurosa. Además, antes hay que recoger a la humanidad en los registros de la vida de forma completa. Un informe exhaustivo de sus obras y hechos. Nosotros responderemos de nuestro tiempo e historia. Un nuevo orden, no solo en sus organización sino en su materia.
Cristo la referencia del alma
En su venida, Cristo será el eje de simetría. Él será la referencia de toda posición en el espacio.
«y serán reunidos los justos a mi derecha para vida eterna; y a los malvados, a mi izquierda, me avergonzaré reconocerlos ante mi Padre.» (27)
Las coordenadas de cualquier alma, le tomarán como origen y todos calcularán su posición mirándole. Él será el fiel de la balanza, la medida de la justicia. Al doblarse toda rodilla y al confesarle toda lengua, mostrarán la renuncia a toda geografía que no lleve su nombre.
A partir de ese momento, la biografía de cada persona será un antes de conocerlo A.C. y un después D.C. Por lo que aún los rebeldes se guiarán por ese momento en que aceptaron el especial calendario de su venida.
«pues aman las tinieblas más bien que la luz, y sus hechos son malos, y reciben su salario de aquel a quien quieren obedecer.» (45)
¿Es posible que alguien ame las tinieblas más que la luz?
Es posible, sin embargo la expresión no es tan fuerte. Dice que aman las tinieblas «más bien que la luz», no más que la luz. La palabra bien atenúa la frase. No es una decidida opción por las tinieblas. En esa moderación, quizás no se vean las tinieblas como algo malo sino como una sombra refrescante que atenúa esa molesta luz que solo invita a hacer el bien. Algo como: un poco de tinieblas nunca está de más.
En mi opinión la palabra bien cada vez esta más cerca para salir del versículo. Al igual que en mi jardín, las malas hierbas cada vez están más decididas a mostrarse tal como son. La naturaleza mala de algunas ideas o practicas en el mundo, cada vez se esfuerzan menos en aparentar otra cosa.
La caída y el albedrío
Esta es la respuesta que buscaban quienes estaban ese día en la casa de Peter Whitmer en Fayyete, New York. A partir del versículo 24, el Señor les enseña sobre la caída de Adán y Eva.
«He aquí, yo le concedí que fuese su propio agente; y le di mandamientos; pero ningún mandamiento temporal le di, porque mis mandamientos son espirituales; no son naturales ni temporales, ni tampoco son carnales ni sensuales.» (35)
El nos concedió ser nuestros propios agentes, por eso permitió la presencia de Lucifer en Edén. La segunda concesión es, después del primer estado, seguir siendo nuestros propios agentes con un cuerpo físico en el segundo estado, una renovación de lo que teníamos antes de nacer. No nos castigó con la recogida del albedrío, como haría un padre enfadado, todo lo contrario, extendió su campo de acción, como lo hace un Padre con un plan.
Este cuerpo, diseñado personalmente por el Padre, conserva la programación del plan de salvación en su constitución y nuestro cerebro testifica de aquellos cielos. De hecho la familia es una consecuencia de nuestro cuerpo no de nuestras creencias. Nuestro cuerpo lleva en sus genes y células la inercia del concilio de los cielos, es un acta del plan de salvación. Mediante la rectitud, el testimonio corporal se fortalece y nos ayudará a comprender mejor el plan, tal como cuando arde nuestro pecho.
Si Lucifer se hubiese hecho con el cetro, nuestros cuerpos habrían sido diseñados bajo su influencia y el albedrio hubiera sido cercenado de nuestra biología. La luz de Cristo no podría morar en un cuerpo sin albedrio y todo su comportamiento sería dirigido por la genética tal como algunos organismos primitivos. El espíritu no podría haber morado en un cuerpo sin albedrío, pero Lucifer no lo veía, estaba cegado por su propia ciencia.
Mandamientos no pocos
El Señor nos da mandamientos espirituales en un mundo temporal «…y con mandamientos no pocos, y con revelaciones a su tiempo» (DyC 59:4) Por eso sus leyes no obedecen a los deseos del mundo, siempre luchamos contra todo. Incluso luchamos con la tendencia carnal de nuestro cuerpo natural, porque la ley del evangelio es para cuerpos distintos a los nuestros. Hemos de vencer esa naturaleza autómata hacia otra futura y… no nos extrañe estos grandes trabajos. Es la senda de los dioses, siempre realizando nuevas hazañas.
El Señor da mandamientos espirituales aun cuando sus obras sigan ciclos distintos. «primero espirituales, enseguida temporales, que es el principio de mi obra; y además, primero temporales y enseguida espirituales, que es el fin de mi obra,»
El nos pide vivir de forma espiritual en un mundo natural. Siempre mirando hacia arriba.
Las obras de los hombres no giran, van con la flecha del tiempo y sedimentan a cada momento, no tienen el poder de volver ni ver más allá como lo hace quien oficia en las ordenanzas.
El enemigo común
La caída de Lucifer encierra algunas claves para entender la de Adán.
«y fueron arrojados abajo, y así llegaron a ser el diablo y sus ángeles; y he aquí, hay un lugar preparado para ellos desde el principio, el cual es el infierno.» (37)
Si no hubiesen sido arrojados no habrían llegado a ser el diablo y sus ángeles. Perder la condición de ciudadano de los cielos te condena a ser habitante del reino de las tinieblas, un pobre lugar con un PIB que te concede lo que aportes y eso sin Cristo solo es polvo. Allí no hay patrimonio ya que «volverán otra vez a su propio lugar para gozar de lo que están dispuestos a recibir, porque no quisieron gozar de lo que pudieron haber recibido» (DyC 88:32)
Por lo tanto la gloria que recibamos estará unida a un espacio concreto; es en un lugar, no solo es una condición del alma. Ese lugar preparado sugiere que ya se contemplaba ese desenlace. No fue una improvisación.
Al parecer no se admite la rebelión en los cielos ni en su más mínimo grado.
Me llama la atención la determinación que tuvimos en arrojar a esos hermanos airados y rebeldes. Yo, en este momento, no sería capaz de tener esa actitud. Contrario a la debilidad de nuestra época, Miguel sería alguien extremista.
Nuestro mundo peligra en una justicia que languidece en favor del sentimiento no de la misericordia. La culpa se justifica en la fatalidad del mundo y no en la sanación del arrepentimiento. La trabajosa y pesada razón se descarta y en su lugar se adora la emoción ligera con su vana portabilidad. Y desde la libertad que disfrutamos se mira a la rebelión con romanticismo. La solidaridad que mostro Lucifer al decir «no se perderá ni uno solo» es el populismo premortal, también presente en las mentiras hermosas y emocionantes de nuestros días.
Es el síndrome de Estocolmo con el plan del adversario.
Los sin tiempo
La oposición salió de nuestra propia comunidad en los cielos, donde ya éramos nuestros propios agentes.
«Y es menester que el diablo tiente a los hijos de los hombres, de otra manera estos no podrían ser sus propios agentes; porque si nunca tuviesen lo amargo, no podrían conocer lo dulce.» (39)
Lucifer no se convirtió en Satanás por tentación de otro ser. No fue por una inclinación de nacimiento. Él era un intelectual de los cielos, un reconocido científico del espíritu. Su propia teoría larvó en él las inclinaciones erróneas que lo llevaron a una deriva de su luz hacia las tinieblas. De la misma forma que una ciencia descontrolada en nuestro mundo saca lo peor de nuestro intelecto.
Siendo que él tenía autoridad, podía acceder a la logística de los cielos y llevar su propuesta a todos antes del concilio. Él fue al concilio con las espaldas cubiertas, en realidad lo suyo fue un chantaje a la familia de los cielos.
Lucifer es un hijo de perdición porque había pocos con conocimiento como el suyo y todo él se perdió. Al ser arrojado por rebelión, carece de un tiempo para arrepentimiento, porque el tiempo es un elemento del plan de salvación que despreció. No tiene el poder de recuperarlo ya que no hay arrepentimiento sin tiempo. El no vive en un entorno como el nuestro, en un espacio-tiempo. Por eso su tiempo se detuvo al caer, de ahí que «su gusano no muere y el fuego no se apaga, lo cual es su tormento» (DyC 76:44) una situación estática sin posible arrepentimiento.
Imagine el lector un suceso trágico donde usted sea culpable. Imagine que el dolor en su pecho no mitiga con el tiempo, porque usted no lo tiene. De ahí que ese gusano no muere
El único Salvador
No hay más ediciones de redención para nosotros, solo hubo una y no habrá más.
«Por tanto, yo, Dios el Señor, hice que fuese echado del Jardín de Edén, de mi presencia, a causa de su transgresión, y en esto murió espiritualmente, que es la primera muerte, la misma que es la última muerte, que es espiritual, y la cual se pronunciará sobre los inicuos cuando yo diga: Apartaos, malditos.» (41)
Los de Lucifer «fueron arrojados abajo» y perdieron la dimensión temporal pero Adán fue «echado del Jardín» en un movimiento horizontal sin la pérdida del tiempo. Por eso no hay plan de salvación para la última muerte, ésta será definitiva. Porque no hay posible arrepentimiento después de Cristo, no hay otro Salvador para los que queden.
Un segundo Salvador no conseguiría más misericordia, porque después de la conseguida por Cristo en Getsemaní, se cerrarán las aguas abiertas del Mar Rojo de los cielos. Esas aguas se cerrarán, volverán a su estado natural antes del plan de redención, que es el de la misericordia de los océanos cósmicos, es decir: ninguna sobre faraón.
Sin embargo gracias a que apuró la copa hasta las heces, cosa que no era imprescindible ni esperada, gracias a eso, muy pocos serán condenados a esa segunda muerte.
Cuando se reveló este hecho en la sección 76 en 1832, hubo miembros que abandonaron la iglesia, a su entender se salvaban demasiadas personas y eso era inaceptable.
Las formas de la redención
«… les concedí, a Adán y a su posteridad, que no muriesen, en cuanto a la muerte temporal, hasta que yo, Dios el Señor, enviara ángeles para declararles el arrepentimiento y la redención mediante la fe en el nombre de mi Hijo Unigénito.» (42)
El evangelio fue enseñado mucho después de la caída. Arrepentimiento y redención mediante la fe en el nombre del Hijo. Es una triada.
Hace años estaba en un duermevela, ya saben ni despierto ni dormido. Hay ocasiones que recibes en ese estado ideas increíbles pero se evaporan cuando te despiertas del todo. Quieres recordar pero no puedes y ahí se quedan, sin poder sacarlas fuera. Pero ese día conseguí retenerlo.
Tome nota del hecho pero perdí el texto original, aun así lo recuerdo.
Vi construcciones espirituales en forma de polígonos regulares. Sé que es locura, pero no tengo otras palabras, no sé decirlo de otra forma. Se llamaban algo así como cuadrones. Cada lado estaba vivo y era consciente, se unían para obrar, eran luminosos y vibrantes. Se separaban y creaban otras formas con otros y adquirían poderes y propiedades. Algunos eran virtudes y conceptos a los que nosotros no damos entidad como amor, luz, esperanza. Mientras miraba me asombré de que esas cualidades o actitudes fueran entidades vivas, pero en ese momento me parecía de lo más natural. Pensé que la trinidad es el cuadrón más poderoso de todos. Estaba tan asombrado que me desperté y corrí a escribirlo.
Aqui veo, si el lector me permite, un cuadrón poderoso en el universo, arrepentimiento, redención y fe en el Unigénito. Un triángulo maravilloso que ojalá pueda ver algún día como los vi en mi duermevela.
Los niños en la redención
«Pero he aquí, os digo que los niños pequeños son redimidos desde la fundación del mundo, mediante mi Unigénito; por tanto, no pueden pecar, porque no le es dado poder a Satanás para tentar a los niños pequeños, sino hasta cuando empiezan a ser responsables ante mí;» (46)
El evangelio considera a los niños como una humanidad no caída, distinta a la adulta. No existe para la infancia mayor protección que la manifestada en la restauración.
Los niños habitan en un jardín de Edén pero sin la presencia de Lucifer para tentarlos a comer del árbol del conocimiento. Sus cuerpos no parecen ser de esta tierra y despiertan los más tiernos sentimientos. Para ser redimidos, el Señor se asegura que no sean tentados mediante un velo en su mente hacia el árbol del conocimiento, no hay rendija por donde el adversario pueda acceder.
Uno de los objetivos del adversario es la desaparición de la niñez, (Dr. Neil Postman entrevista) No hay mayor muestra de su plan que acortar o extinguir este periodo de salvación sobre los hijos de Dios.
Sin el Unigénito los niños pequeños estarían como Adán fuera del jardín y sin tregua alguna. La infancia no sería dorada ni un jardín sino la extensión del triste y solitario mundo. A Adán se le otorgó un tiempo de infancia hasta llegar a mayoría de edad. Es decir hasta un estado de caída completa, que empezó después de su infancia espiritual. Es en Moisés 5:13, cuando Satanás dijo a sus hijos «No lo creáis; y no lo creyeron» ahí se consumó la caída pues «…desde ese tiempo los hombres empezaron a ser carnales, sensuales y diabólicos.» (13)
Creo que cada persona tiene su día en que sale también del jardín.
Descanso
Ahora descansemos de esta actividad de minería espiritual en las escrituras, es conveniente pasear por ellas sin el sonido de nuestra piqueta. Apagado nuestro afán de conocimiento, es cuando se escuchan las criaturas del campo y el olor de sus plantas.
Pero eso, estimado lector, es solo para nuestra contemplación.
Gracias Miguel tus comentarios desde hace tiempo me animan a seguir trabajando. Siempre estoy buscando cosas nuevas en estas playas de la restauración y nunca me defraudan
Hola David, tu exposición de las escrituras es fenomenal yo le veo mucho sentido, los dos artículos sobre la venida de Jesucristo es estupendo, a mi me encanta como expones nuevos conceptos y yo los considero con fundamento, leyendo tus artículos me acerco más al cielo pavimentado de oro de color del amba y los edificios de piedras preciosas, gracias por tus artículos hno.